Atención in-viriles

Recientemente autoridades argentinas incautaron unas 29.000 pastillas de viagra y taladafil ingresadas a dicho país por contrabando desde Paraguay.
Recientemente autoridades argentinas incautaron unas 29.000 pastillas de viagra y taladafil ingresadas a dicho país por contrabando desde Paraguay.

En Ciudad del Este, es muy frecuente encontrar viagra falsificada, siendo vendida en algunos negocios del microcentro de la ciudad. Recientemente autoridades argentinas incautaron unas 29.000 pastillas de viagra y taladafil ingresadas a dicho país por contrabando desde Paraguay. La curiosa carga de medicamentos controlados, para tratar la disfunción eréctil, está valorada en US$ 56.000. Las autoridades argentinas manifestaron haber secuestrado en la provincia de Misiones una carga de 28.500 pastillas de Sildenafil y 600 unidades de Tadalafina.

Los comprimidos más conocidos por sus nombres comerciales Viagra y Cialis, respectivamente, estaban ocultos debajo del asiento de un autobús procedente de Ciudad del Este, Paraguay, indicaron agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Agregaron que los medicamentos estaban en un bolso y su valor ronda  los  261.580 pesos.  El operativo fue llevado a cabo en el puente internacional Tancredo Neves, que une las ciudades de Foz de Yguazú (Brasil) con Puerto Iguazú (Argentina).

En Ciudad del Este se han reportado diversos ingresos de medicamentos falsificados provenientes de China. También se han descubierto estos medicamentos controlados en poder de microtraficantes. En la mayoría de los casos, el destino final suele ser Brasil o Argentina, según  antecedentes.

El Dr. César Darío Cabañas Pratt advirtió que la mayor preocupación es que el hombre  con disfunción eréctil  que  consume  estas falsificaciones sin prescripción,  es que  hagan pasar desapercibidas enfermedades graves como diabetes, o hipertensión,  exponiéndose  a un riesgo cardiovascular mayor e inclusive a la muerte.

En otro operativo, una comitiva judicial-policial, realizó un procedimiento en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi y decomisó más de mil cajas falsificadas para Viagra. La carga con las cajas llegó vía aérea desde Chile y tenía como destino Ciudad del Este, donde se presume serían cargadas con los medicamentos que también serían falsos. Se presume que iban a ser vendidos en el Brasil ya que la inscripción de las cajas estaba en portugués.

Asimismo, también venden los productos falsificados por Internet. Una red de estafadores vendió Viagra falsa. Los acusados ganaron 12 millones de euros con el supuesto fraude. Todos los medicamentos puestos en circulación eran falsos. Un diez por ciento de los medicamentos que hay en el mercado mundial son falsos. En los países pobres se adulteran fármacos de primera necesidad, y en los desarrollados son las píldoras contra la impotencia y los anabolizantes los que más se falsifican.

Viagra, la píldora contra la impotencia masculina de los laboratorios Pfizer, es el medicamento más falsificado del mundo occidental. Con Viagra a la cabeza de los fármacos pirateados, el problema no sólo atañe a países en vías de desarrollo –donde según la OMS, el problema afecta a hasta un 60 por ciento de los medicamentos que se venden, cada vez más llegan a los países desarrollados.

Los laboratorios admiten que la venta indiscriminada de supuestos fármacos a través de internet, un mercado global difícilmente controlable por las autoridades sanitarias, hace imposible un seguimiento eficaz de la seguridad y autenticidad de sus productos.

Hay innumerables webs que ofrecen remedios de dudosa procedencia. La mayoría son fármacos conocidos y que siempre requieren prescripción facultativa: la Viagra de Pfizer, el Cialis de Lilly o el Uprima de Abbott contra la impotencia sexual; Propecia –contra la calvicie– de Merck Sharp & Dohme; el antidepresivo Prozac (Lilly) y los antigrasa Xenical (Roche) y Reductil (Abbott). En muchas ocasiones, comentan desde los laboratorios, son copias hechas en países como India y Brasil y nadie puede garantizar su autenticidad. A veces, incluso, se venden bajo el epígrafe de genérico, cuando todavía no existen en el mercado genérico de las marcas citadas. Por tanto, añaden, se trataría de una falsificación.

El caso de Viagra resulta espectacular. Tan falsificada es la pastilla azul que, según datos de la filial española de Pfizer, del total del los correos electrónicos no deseados que recibe un usuario un 25 por ciento son ofertas de Viagra. Todas falsas, “porque Pfizer es la única compañía autorizada para su venta y no lo hemos hecho nunca a través de internet”.

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