Y EL MURMULLO DE LOS DECEPCIONADOS
PARAGUAY URGENTE: un cinéfilo es aquel que asiste asiduamente al cine para ver películas de lanzamiento de todos los géneros, generalmente con los titulares o los trailers uno se prepara como para invadir las salas cinematográficas del país y poder ver el arte en las telas gigantes. Esta vez una obra paraguaya que deja mucho que desear que es El Grito del Monday, traducido en el español “agua que roba”. El gran espectáculo no se vio en la tela, sino en la ventanilla donde se compra el ticket, que criaturas a partir de 12 años ya pagan 25 mil guaraníes, o sea, la empresa Cinema Plaza, encargada de exhibir este lanzamiento aprovechan la ocasión para encarecer todo tipo de productos adicionales, donde uno ya da un pequeño gemido y al ingresar y sentarse en la butaca, uno piensa y dice “bueno, aquí es todo caro, ya me rompieron el tras…, espero que la película compense”.
Y fue ahí donde se escuchó el trágico grito del cinéfilo, por la producción carente de iluminación, carente de guión, carente de co starring, un sonidista de cuarta, un iluminista con lámparas o lampiún, siempre de noche, una película de terror traducida en macumbería, en síntesis, se escuchó el grito de los cinéfilos que acudieron a ver esa obra cinematográfica en el Cinema Plaza de CDE, ubicado en el Shopping Jesuitas.
La mayoría de las personas que participaron de ese domingo feliz salieron tristes y cabizbajas, muchos de los que vieron 7 Cajas, vieron una versión muy diferente, contrapuesto a este grupo de director, guionista, productores, co starring, donde en una de las partes, la actiz principal sale corriendo de un hospital, sacándose agujas, subiendo a una camioneta de alta gama en plena madrugada que no era de ella, arrancando el motor así nomás, quién sería el tonto que haría algo así, evidentemente le faltaban espacios a las ideas a los directivos. Ahí se nota lo prematuro que son estos guionistas, productores o como quieran llamarlos.
Si van a hacer una película, que la cuenten bien, porque está muy mal narrada, no tiene nexo y mucho menos conexo, y de la forma que se filmó, ahora ya nadie querrá ir al Salto del Monday, y no por el Salto, sino por el grito “hepyterei”. Help, sólo en Paraguay!