HC, presidente vendepatria que detesta a los más pobres

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Desde que asumió, el presidente Cartes se viene caracterizando por una voracidad increíble en derrochar los últimos recursos que le quedan a la Nación. Con sus asesores, monjes negros, mini$tros y altos funcionarios que responden todos a sus criterios, se encargaron de endeudar a la Nación por los próximos cuenta años, con más de dos mil millones de dólares emitidos en bonos soberanos, con la excusa de que se harán obras viales de gran magnitud, pero hasta el momento, el pueblo paraguayo no ve absolutamente nada de eso. Al contrario, actualmente se están realizando en la capital del país manifestaciones cada vez más alborozadas, de parte de humildes campesinos que piden al Estado un auxilio financiero, de parte de cooperativistas desesperados por la obligación de tener que pagar el IVA, algo totalmente inconstitucional, pero como éste gobierno es insensible a los reclamos sociales, se mantiene en su criterio y sigue machacando a los más pobres.

Si porque a los sojeros por ejemplo, quienes registran ganancias multimillonarias, nadie les molesta, pagan un porcentaje ínfimo en concepto de impuestos, motivo por el cual son envidiados por sus colegas de Argentina, Brasil, Uruguay y otras naciones, en donde sí son obligados a tributar lo que corresponde a sus Estados. Pero aquí en Paraguay, el único saqueado, empobrecido y vilipendiado es el ciudadano de clase baja y media, mientras los ricos o llamados millonarios, se sirven de la fresca viruta del Estado con negociados.

Por lo que vemos, este presidente insensible, caradura, embustero y sin – vergüenza, pretende colonizar a los paraguayos, así como en la película Guerra de los Mundos, en donde colonizaron a la población mundial, para convertir a los ciudadanos en simples marionetas que hacían todo lo que se les decía sin protestar, ni decir nada, sino simplemente agachando la cabeza sumisamente y haciendo todo lo que se les imponía.

Y recuerden, amables lectores, aquel dato sacado del sarcófago de la historia, que desde que éste presidente tiene uso de razón, allá en sus épocas de jovenzuelo en los colegios Goethe y Cristo Rey, ya afirmaba a sus compañeros que “odia a la pobreza y detesta a los pobres”, una realidad que sigue vigente hasta hoy día, ya que se nota, por su forma cruda y brutal de gobernar al sufrido Paraguay.

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