El negocio de los agroquímicos ilegales estaría moviendo un capital de alrededor de 50 millones de dólares. Representantes de empresas locales que pidieron el anonimato aseguraron que el contrabando de agroquímicos se estaría verificando en la zona de la triple frontera, una región muy sensible a la opinión pública internacional respecto de actos ilícitos.

Paralelamente, este mercado informal estaría controlando el ingreso de tractores, cosechadoras y hasta aviones fumigadores desde el Brasil, con la complicidad de funcionarios de frontera, tanto de Hacienda como de Agricultura y Ganadería.

Al respecto, un ciudadano llamado Osvaldo Omar Rolón Rey había presentado ante la Dirección General de Aduanas una denuncia sobre un presunto caso de contrabando de 37.500 litros de agroquímicos.

En la acción señala como responsable del hecho a la firma Diagro SA, filial de la empresa brasileña Disam, distribuidora de insumos agrícolas.

Explica además que la firma en cuestión incurrió en una evasión tributaria por valor de 1,2 millón de dólares en perjuicio del fisco paraguayo. Diagro es acusada de introducir ilegalmente al Paraguay, durante los años 2000 y 2001, al menos tres cargamentos de un herbicida denominado Boral, que se utiliza en la siembra de la soja.
La oficina de asesoría jurídica inició un sumario para averiguar el supuesto ilícito, que fue comunicado a dicha institución el 24 de octubre, pasado, correspondiente a la administración de Margarita Díaz de Vivar.

El caso se tramitó desde el 31 de diciembre pasado en la administración de Aduanas de Ciudad del Este. En el expediente arrimado por el denunciante, según relató su abogada María Lorena Segovia, se demuestró que en el año 2000 salió un embarque de 30 mil litros del herbicida de la marca Boral desde el Brasil (según consta en los registros de exportación del vecino país).

La profesional aseguró que la mercadería no habría ingresado a territorio paraguayo por las vías normales. Agregó que la práctica de introducir ilegalmente herbicidas al país continuó al año siguiente, en el 2001.

Dijo que se volvió a constatar la exportación desde el Brasil del mismo producto, esta vez en dos embarques por un valor aproximado a los 260 mil dólares, cuyo ingreso tampoco se registró en la aduana paraguaya.

Las partidas de agroquímicos ingresadas en forma ilegal al país tampoco se ajustarían a las normas y reglamentos que regulan la comercialización de agroquímicos en el Paraguay, puntualizó.

Es importante resaltar que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Defensa Vegetal, establece exigencias específicas como el etiquetado y las leyendas respecto al modo de uso seguro, e inclusive antídotos recomendados en caso de intoxicación, entre otras informaciones necesarias para el usuario.
La investigación de Rolón indica que por cada litro de producto importado legalmente se habría registrando otro litro en forma ilegal