La mafia y las amenazas no podrán acallar mi voz

CARLOS ROA2

AGRADECIMIENTO ESPECIAL AL SPP POR HACERSE ECO DE MI CASO

La mafia nos sobrepasa en el país. Me encuentro embretado entre callarme y hablar. Desde hace mucho tiempo vengo pregonando las cosas por su nombre, motivo por el cual he sido amenazado en varias ocasiones. Hoy día tengo tras mío una gavilla de sicarios que estarían a cargo del propio presidente de la República, Horacio Cartes, su brazo derecho, el contador José Ortiz Escauriza, el gerente general de la Agrotabacalera de Choré, Lic. Federico Montanía, y uno de sus tembiguái de turno, el comisario retirado Aristides Cabral, jefe de seguridad y algunos de sus secuaces que están atentos para cualquier eventualidad, en frente mismo a la Tabacalera del Este de Hernandarias.

Donde algunos Lucios están de “prontidao” (prestos) para cometer el QTH, lo que significa en la jerga policial “hacerle la boleta” (matarlo, ejecutarlo) a la persona marcada para morir porque molesta. Y todo esto se da por las publicaciones por La Voz del Norte y Noticiascde referente a cómo se maneja la agrotabacalera del Paraguay S.A., en Choré, a cargo de Federico Montanía, con un grupo de amigotes que se dedican a estafar a los productores con facturas truchas, venta de productos vencidos y precios sobrefacturados, según las declaraciones de los propios afectados y algunos documentos acercados a la redacción de La Voz del Norte.

Entonces me tomé el tiempo de pensar si me callo o vocifero. Pasó ni más ni menos 10 minutos, me miré en el espejo y consulté con mi otro yo, qué hago, mi preciado clon virtual? Y me miró a los ojos y dijo: si te metiste en este rubro debes ir hasta la ultima consecuencia.

Hice un giro sobre los talones y vine a tipear esta narrativa. No importa que me maten pero estoy seguro que el país y talvez el mundo se enteren de porqué me mataron. No soy un héroe, también temo a la muerte, pero es necesario que se digan las cosas por su nombre, y no como muchos periodistas y medios que omiten la verdad, dejando a la ciudadanía hambreada y al pueblo paraguayo ninguneado por un grupo de cleptócratas. Mi gran pecado es simplemente narrar las cosas que estos cleptócratas vienen haciendo desde hace tiempo, con mentiras, y con ínfulas de honestidad, llegando al colmo de entregar plantitas de locote y tomate sobrefacturados para los productores ndaje, siempre buscando ventajas para perjudicar a los agricultores.

Quiero aprovechar estas líneas para expresar mi agradecimiento a la comisión directiva del Sindicato de Periodistas del Paraguay SPP, quienes gentilmente tomaron nota de mis denuncias y emitieron un comunicado de apoyo a mi persona y a los medios que represento. Si algo me llegara a ocurrir, aquí están los nombres de los que serán directos responsables, será mi legado a la sociedad. Espero que todo el peso de la justicia recaiga sobre estos personeros, a pesar de que en nuestro país la justicia es cómplice de la corrupción, pero nunca hay que perder la esperanza, algún día tendremos algún patriota como gobernante. Estos cleptócratas lógicamente están muy molestos, porque no quieren que se sepan la verdad, motivo por el cual recurren a todos los métodos posibles a fin de silenciar las graves denuncias que venimos ventilando en nuestros medios, que si bien son modestos, llegan a infinidad de personas.

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