Ley de tránsito vetusta y en complicidad con contralores

POLICIA DE TRANSITO Y CAMINERA OÑEMO LENTE HU

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CIUDAD DEL ESTE (Policiales, por Carlos Roa) Continúa la triste realidad en todo el país, con la inconciencia total de las personas que circulan en motocicleta, o al menos, una gran mayoría de ellas, que no respetan las normas más básicas del tránsito, por indisplicencia de la policía de tránsito y la patrulla caminera. Esta situación no se registra apenas en las grandes ciudades, como Ciudad del Este, Encarnación, Pedro Juan Caballero, sino en todos los distritos, como Cruce Liberación, Choré, Santa Rosa del Aguaray, Concepción, Encarnación, Caaguazú, Coronel Oviedo, Villarrica, en fin, hasta Vallemí.

La gran cantidad de menores de edad al mando de sus respectivos biciclos, es la principal problemática y de que inclusive utilizan en muchos de los casos motocicletas equipadas con sus respectivos Roncadores generando un malestar diario a los vecinos. También las carreras clandestinas, por sobre todo estos motoqueros, ya sean masculinos y femeninos, con la edad insuficiente para asumir cualquier tipo de responsabilidad, conducen de una manera arbitraria sus rodados. Como por ejemplo la falta de registro, habilitación, chapa, espejos retrovisores, en zapatillas, muchas veces sin luz, a veces cargados con más de 3 personas y lo más lamentable es ver a un progenitor llevar en estado de alerta a su retoño cargado encima del tanque de combustible y atrás su patrona con otro hijo con el corazón en la boca.

Y a esto se suma la mala actuación de la patrulla caminera, que se encuentra en todo el país, y que dejan pasar a ese motociclista irresponsable, porque es el hijo o sobrino de ña coqué y vive al lado del puesto de control de la patrulla caminera. O simplemente porque le hace el po yopy iyapyte so´oa, epillá virú.

Y de esta manera es que vemos a muchos jóvenes mancos, tuncos, y muchos de ellos hasta parapléjicos que son los motivos principales en muchos de los casos, que personas que no tienen nada que ver con la intransigencia cometida por estos irresponsables menores que no tienen el respeto por su semejante que un día pueden ir a necesitar un remedio en un hospital y no lo van a encontrar por culpa de ellos ya que la mayor parte de los gastos van para comprar platinos, clavos de platinos o clavos de implantes para que estos irresponsables continúen caminando por la vida sin importarles nada. Amén!

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