APRESARON A REPORTERO GRÁFICO DE LA NACIÓN

Marinos casquivanos reprimen el trabajo de la prensa libre

Reportero gráfico Gustavo Galeano, del diario La Nación.

CIUDAD DEL ESTE (vergüenza nacional, por Charly Freenz) Nunca salimos de la dictadura, y más una vez está comprobado cuando un mirabolante capitán de corbeta Luis Torres, segundo comandante y jefe de Policía Fluvial, del Área Naval del Este, encabezado por un desquiciado comandante de la marina, Walter Díaz, que ya fue denunciado por todo tipo de corrupción, pero dicen que es parte del negociado de las 3 fronteras de sus puertos clandestinos y que recibe coimas de algunos contrabandistas, tanto que vienen de Brasil o que cometen la famosa fuga de divisa levando por el cuerpo o vehículos de alta gama monto de dinero en dólares al lado brasileño y también la mayoría de los tenientes, como el tal Baez, el tal Molinas, son los operativos cabeza de las negociaciones de la zona primaria del Este. Donde fue detenido, maltratado y humillado por efectivos de la marina, cuando el reportero gráfico Gustavo Galeano del diario La Nación, se puso a captar imágenes de la zona primaria sobre el tema del coronavirus y compañía. Pero a ellos no les gusta que se saquen fotos, porque están siempre con el dedo donde no llega el sol por miedo a que lo capten recibiendo dádivas de paseros.

Este es un grave atentado al cuarto poder que debe ser denunciado al sindicato de periodistas del paraguay y asociación de reporteros gráficos del país y estos marinos atarantados deben ser destituidos inmediatamente sin medidas alternativas, por su desfachatez y mal comportamiento, si existe la libertad de expresión, nos dimos cuenta que estos granujas quieren reprehender a los que trabajan y podrían captar lo que estos hacen por debajo del engaño. El compañero trabajador del cuarto poder fue a ver los controles que deberían ser tomados hoy día con efectividad en las entrada principal del país en Paraguay. Es simplemente la foto donde hacen solo presencia, como esta epidemióloga ndaje Lic. Blanca Villalba, una mentirosa por donde se lo mire, hipócrita y casquivana. Como así también un tal dueño de radio, periodista ndaje, no sé adónde, y abogado y ahora también caitán de la marina un desatinado Oscar Benítez, que sale a relucirse como si fuese el mandamás de la zona primaria. La peor payasada que representan estos marinos. Pero déjense de joder, caitanes.

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