METROBUISHA, IPUKÚ LA JAPÚ

metrobusMoreno del bid y el hombre del buchanan en un golpe más

Más un plan de ataque de como joder o hacer figurar la plata comida por ellos, utilizando los recursos del Estado, como los bonos soberanos y como ya no quedan bonos, ahora van a hacer un préstamo donde es más que seguro que los 5,1 millones de dólares que yase cobró ya desaparecieron y ahora que viene el supuesto “no quiero hacer el rekutu pero si me exigen los correligionarios me pongo la camiseta si quiero ser otra vez presidente. Porque esto demasiado da gusto, porque nunca vi tanta plata de aquí y de allá, que yo puedo tocar, gastar y salir a decir en mis medios obras sociales, obras públicas, servicios, nambré, lo disfrazo como yo quiero. Es lo que supuestamente estaría pensando el number one HC, con sus Ali Babases, sedientos y babeando por los dólares que van a venir en el metrobus. Entonces lo hacen pintar de cada forma, para que la ciudadanía piense o crea que el gobierno de HC hace lo mejor por el país, pero loque hace es endeudarnos, cuando el se retire no va vivir por aquí, va tener que refugiarse en un bunker de hong Kong o las islas caimán para disfrutar de un Buchanan o un Johnny Walker Blue y nosotros aquí nos cobijaremos en las penurias, el llano en un simple carrulín.

Y de yapa, vino este tal Moreno, presidente del BID a instar al pueblo paraguayo que Cartes está haciendo el mejor negocio con el metrobús, y que la gente tiene que apoyarlo. Pero lo que no dijo es que este es un negociado para el banco y para Cartes, porque el préstamo sería un valor, se gastaría menos del valor y se pagaría más del valor. Es un juego de palabras que se me lengua la traba de tantos dólares que van a correr por las líneas del metrobus.

También dijo tengan paciencia señores comerciantes, total esto lo van a pagar ustedes, nosotros saldremos airosos con el negociado y uds con el trasero roto. Esto no dijo, porque si decía, lo iban a rajar del aeropuerto por donde vino. Todos los directivos de bancos son grandes saqueadores y aprovechadores de un pueblo, de un país y de sus propios conciudadanos.

Y también dijo que si no apoyamos este proyecto es porque somos “pea tones” o sea tontos. Una presentación de cuentos de Harry Potter en donde los caballos vuelan y las gallinas relinchan con tal de que el pueblo les crea, aprovechando que la mayoría de los paraguayos sean analfabetos funcionales, entonces cualquier historia nos puede conmocionar y pensar que está bien. Por eso hay que pensar y no Des Cartes a Horacio.

indeterminado tiempo que insumirán las obras. Afirmó que el proyecto beneficiará a unas 300.000 personas, que el embotellamiento en la capital es asombroso, que las veredas sobre la avenida Eusebio Ayala volverán a ser de los peatones y que proyectos similares fueron exitosos en Tegucigalpa, Ciudad de México, Bogotá y Curitiba. En suma, los “méritos” del emprendimiento serían indudables, según el banquero que vino con la evidente misión de destrabar la ejecución de un verdadero “fatazo”, cuyas tremendas consecuencias no recaerán sobre él, ni sobre el presidente de la República, Horacio Cartes, ni sobre el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, ni sobre los proyectistas radicados en Buenos Aires, ni sobre la empresa constructora domiciliada en Portugal, que ya cobró un anticipo de 5,1 millones de dólares: recaerán sobre los paraguayos que deberán devolver con creces el préstamo en mala hora contraído, que servirá para llenar los bolsillos de corruptos de siempre antes que para solucionar el grave problema del tránsito que existe en los tres municipios afectados. Porque, en verdad, cuando concluya la obra –si concluye por lo menos en parte– ellos ya estarán jubilados o dedicados a otros menesteres, disfrutando de los beneficios recibidos en estancias modelos o en mansiones de alguna concurrida playa internacional. Mientras, Juan Pueblo se las verá con el muerto.

El presidente del BID nos toma por tontos al llamarnos la atención sobre el punto y al dar a entender que quienes se oponen al proyecto son unos ignorantes, reacios al progreso. Es sabido que, desde un principio, nuestro diario lo ha considerado inviable y fuente segura de grandes negociados atendiendo justamente a que desea que la circulación vehicular se vuelva más fluida pero gracias a unas obras concebidas y ejecutadas con seriedad y honradez. No nos podríamos oponer a ninguna iniciativa que beneficie a la ciudadanía. Ocurre, sin embargo, que el proyecto de marras nació a tontas y a locas, sin tener numerosos elementos definidos, como señalamos desde un principio y van surgiendo ahora, y eso hará que en el camino se vayan haciendo las “ampliaciones”, las “modificaciones” y las “reprogramaciones”, que permiten a funcionarios corruptos y empresarios cortesanos aumentar los costos y llenarse los bolsillos. Cuando lleguen las cuentas, el señor Luis Alberto Moreno, que tanto pondera este proyecto en nuestras mismas narices, no nos ayudará a amortizar la deuda, y seguramente ya estará lejos del banco, disfrutando de la fresca viruta.

En el caso del metrobús, aún quedan muchas preguntas abiertas, al menos para los treinta frentistas de la avenida Eusebio Ayala y de la ruta Mcal. Estigarribia que presentaron ante la Justicia dos recursos de habeas data: quieren saber si sus inmuebles van a ser expropiados y en qué medida, si ya fueron tasados y con qué parámetros, y si fueron previstos en un estudio socioeconómico. Su abogado, Guillermo González, aclaró que los frentistas tampoco están en contra del proyecto, sino contra las “improvisaciones”, que generan incertidumbre. La cuestión es que ellas no resultan gratuitas, sino que cuando vayan siendo corregidas conllevarán gastos no incluidos en el costo original lanzado por el MOPC.

Es obvio que las expropiaciones implicarán enormes costos adicionales y que el lucro cesante de los comerciantes dará lugar a indemnizaciones, según el art. 39 de la Constitución: “Toda persona tiene derecho a ser indemnizada justa y adecuadamente por los daños o perjuicios de que fuere objeto por parte del Estado”. Las obras empezarían en breve, pero esta es la hora en que no se tiene la certeza de que el itinerario de 18 kilómetros de la línea del metrobús se inicie en el Campus de la Universidad Nacional de Asunción, habiéndose previsto –y calculados sus costos–, originalmente, que la cabecera sea el mercado municipal de San Lorenzo, lo que habla de la frivolidad del emprendimiento.

El titular del BID pidió a los comerciantes que tengan paciencia, pero los 405 de Fernando de la Mora que serían afectados tienen sus buenos motivos para estar muy inquietos: el Gobierno había lanzado la gran mentira de terminar un kilómetro de la obra en solo cuatro meses, pero el secretario de la Comisión de Frentistas, Ariel Villalba, señaló que no existe ningún estudio técnico sobre todo lo que se va a remover en la zona, y que ni siquiera hay un cronograma. Esa delicada cuestión ya fue advertida hace tres años por los propios consultores del proyecto, cuando señalaron que no se previeron las eventuales indemnizaciones en el caso de que la contratista encargada de construir el Centro de Control de Operaciones y la Copaco, encargada de instalar la fibra óptica, no cumplieran con sus respectivos plazos.

Existen numerosas objeciones similares al proyecto, formuladas por los propios consultores, de las que debería enterarse el titular del BID.

El metrobús habrá sido exitoso en las ciudades citadas por Luis Alberto Moreno –a las que incluso se podría agregar Buenos Aires– porque tenían condiciones urbanísticas adecuadas, pero eso no significa necesariamente que aquí –donde NO las hay– vaya a tener el mismo resultado, sobre todo porque el proyecto en marcha a propósito fue diseñado a la bartola para que, por el camino, los delincuentes de guante blanco hagan de las suyas.

Lo que nos quieren vender como un lujoso transatlántico terminará convertido en una simple canoa por culpa de la idiotez y de la angurria, toleradas por el gobierno del presidente Horacio Cartes, quien no tuvo el valor de enviar al basurero tamaño mamotreto.

Deja un comentario

%d