NECESITAS UN DÍA DE DESCANSO

CIUDAD DEL ESTE. (Reflexión)  

Un día para calibrar el corazón con el resto del cuerpo. Para leer poesía y sentir que el cuerpo no solo vibra con los besos de la persona amada. Es necesario un día para que duermas hasta tarde, sin alarma, para que puedas soñar más y puedas descansar tus alas. Volar cansa y tú eres un ave. Esto de migrar de sueño en sueño, de corazón en corazón, de paz a guerra constantemente es cansado y te mereces un descanso de todo eso.

Vendrá la vida y sus problemas a decirte que no es hora de tomar descansos. Vendrá en forma de facturas, de trastes sucios, de responsabilidades y otras formalidades en papel. Nadie te aviso que crecer fuera tan difícil.

Si pudieras regresarías a esos lugares, a esas personas y objetos que te hacían feliz y no lo sabías: Regresarías por un momento a los parques de la infancia con esa niña que era tu mejor amiga y que aún recuerdas su nombre, al primer amor de la adolescencia con esa sonrisa tan bella que tenía y el aleteo primerizo de las mariposas en el estómago, volverías sin dudarlo a la preparatoria donde con asistir pasabas y nadie sabía aún qué carajos hacer con su vida.

Pero no puedes regresar y queda la memoria. Si algo nos queda es la melancolía siempre. Te garantizo que algún día miraras atrás y verás estos días como los días felices. Mirarás abajo porque para atrás no miran quienes vuelan. Te pareces tanto a la polilla que vive en los libros y consume letras para poder volar.

Mientras tanto descansa, te lo mereces.

Luego te bañas. Te pones guapa y recorres el mundo un aleteo a la vez con un libro de poemas en el bolso.

Necesitamos mujeres como tú. Descansa, aquí te esperamos el mundo y yo.

Aunque yo con más ansiedad que el mundo.

Carlos Cortés/En mis noches de insomnio

 

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