SAN PEDRO (Enviado Especial) Entre gallos y medianoche como suelen ocurrir grandes decisiones, para algún negociado se suele decir que esto ocurre en los capitolios de la sinverguenzía de este país y más una vez creemos que están en lo cierto, como lo decía repetidas veces el comediante Chaparrón. Este polémico caso que ocurre en la Gobernación de San Pedro, es una prueba más que Sandra Quiñonez es una inoperante de la justicia. Porque si el caso ya tiene connotación nacional, es evidente que ella ya sepa que se presentó una denuncia en contra del gobernador de San Pedro, Carlos Giménez, el día 29 de abril y se pasaron casi dos meses y hasta el momento parece que ni siquiera designaron a un fiscal para que pueda encarar esta investigación y desnudar las sinverguenzías y los afanos que se hizo este personaje que vive queriendo agredir a todos que le publican, principalmente los periodistas. Pero como se dice en el mercado 4 o en barrio Chacarita, ha´e piko ndaicostilla pa´ui avei, relató un radialista de la zona.
Pero bien, según la denuncia dicen que desaparecieron 1600 millones del presupuesto que se le otorgó a la Gobernación de esa zona, donde él hace figurar que se gastó en obras, alquileres y medicamentos. Pero sin embargo, dolientes, enfermos dicen otra cosa, que no hay remedios, que la salvación solo puede ser Dios. Y que hicieron una investigación los concejales y llevaron la denuncia a la Fiscalía, porque a leguas se ve que esto es una gran farsa, lo que quiere mostrar este fanfarrón gobernador Carlos Giménez, que tal vez en sus días de borrachera o en el momento en que está bajo efectos de la Coca, este divaga y sale a decir sandeces, vyroreises con tal que le crean que él es el palomo de San Basilio, dijo Benito.
Es realmente lúgubre la forma que actúan aquellos personajes que están encargado del ministerio público, con rótulo de fiscales, ya sea de delitos económicos, anticorrupción, lavado, antiterrorismo, delitos marcarios y otros brebajes de la injusticia paraguaya, donde estos holgazanes, sinvergüenzas caraduras seguramente reciben dádivas del propio, relató más una vez Benito. El caso se presentó en la fiscalía general adjunta de la capital, pero hasta ahora Giménez ni siquiera fue imputado y también según fuentes, ni para el clericó se le avisó.