PERDIÓ CANDIDATO DEL GOBERNADOR VICENTE RODRIGUEZ AREVALOS

Pollitos no sirvieron para comprar
la conciencia de los sampedranos

LOS POLLITOSSan Pedro ( Enviado Especial). En una histórica jornada electoral el pueblo Sampedrano propinó una soberana bofetada a la estructura prebendaria del clan Rodríguez, acostumbrada a comprar conciencias y direccionar votos, encabezada por el propio gobernador, este politiquero que gracias a tener cómplices en el gobierno nacional, y por pertenecer a un grupo de vándalos desalmados sin – vergüenzas y vividores, este Vicente Rodriguez Arevalos una vez más quiso mostrar las uñas en contra de la población sampedrana. Grande fue la sorpresa que había sido entre los sampedranos también hay muy buenos manicuristas y pedicuristas, que a tiempo lijaron las uñas de este gobernador ingobernable zoquetero, mentiroso y mequetrefe.
Por una diferencia de 59 votos el señor Blas Panza Benitez se impuso al señor Ruben Correa, candidato impuesto por el gobernador y ganó la presidencia de la Junta de Saneamiento. En los días previos se repartieron pollitos y víveres a cambio de los votos en la Seccional Colorada, en donde se refleja la esclavitud paraguaya, que con pequeñas dádivas quieran comprar nuestras conciencias.
En la fotografía se observa a un grupo de personas esperando frente a este local. Todo esto no alcanzó, el pueblo Sampedrano despertó e impuso su voluntad, contra todos los pronósticos ya que el candidato oficialista contaba con los recursos de la municipalidad y la gobernación, mientras que el ganador, Blas Panza Benitez, trabajó a puro pulmón y apenas con el apoyo de algunos amigos. Felicitaciones a traves de este medio por el despertar de los Sampedranos y sobre todo por haber dado una buena lección a los sin verguenzas. Caros sampedranos, es hora de entender que no solamente un día tenemos la obligación de comer, sino 365 días al año y como mínimo 70 años cada ser humano. No dejemos que otros, como éste gobernador y su clan, puedan gobernar nuestra conciencia, nuestra hambre y necesidades a cambio de víveres o pollitos que solo servirán para un espiedo.

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