COMISARÍAS DE ORO, OTRO ESCÁNDALO EN EL SUFRIDO PARAGUAY

Un Bolamayor como ministro extranjero y sin – vergüenza

CIUDAD DEL ESTE (corrupción, por Carlos Roa) Paraguay, el corazón de América, con 406 mil kilómetros cuadrados y con más de 8 millones de habitantes es el país donde los granujas sin –verguenzas están en el poder, refiriéndonos a este caradura uruguayo Juan Ernesto Bolamayor y su brazo derecho, Fernando Alvarez, director general de gabinete, que serían una dupla como Billy the Kid y su brazo derecho Pat Garret, en el tiempo del viejo oeste, allá por el año 1881, donde la ley era estipulada en los duelos y quien era más rápido con el Colt. Sin embargo estos no utilizan el Colt, sino utilizan la cal – comanía de otros corruptos, sobrefacturadores, así como el exministro Gaona, el del metrobus.

Pero vayamos a Bolamayor, un cuestionado uruguayo acusado de varias irregularidades en sus tiempos de abogado, ex ministro de la Reforma cuenta con negros antecedentes con la justicia y sospechosas actuaciones como abogado litigante contra el Estado paraguayo y un extraño comportamiento en la época del magnicidio del vicepresidente Luis María Argaña.

Además de esto, también fue procesado en dos ocasiones por el Ministerio Público. En el 2002 fue imputado por lesión de confianza, por un sospechoso pago irregular de más de US$ 500 mil, en concepto de honorarios de un escribano particular para la Copaco. En el 2003 fue acusado también por lesión de confianza, por supuesto desvío de más G. 1.700 millones, correspondientes a parte de un préstamo del Banco Mundial, que debían ser destinados a la reforma del Estado. Entonces caros lectores, de que confianza se puede tener a este, que vende la confianza a cualquier postor y ahora es un ministro imprestable para el país. Ni los propios policías lo pueden ver. Sin embargo el prematuro presidente lo defiende a capa y espada. Tendría que haber no la capa, pero sí la espada de Damocles cayendo por encima de estos dos.

Y ahora, surgió el dato de las famosas comisarías móviles “de oro”, donde pagaron un monto exorbitante por unas pequeñas casetas policiales. En total, las seis comisarías móviles costaron al Ministerio del Interior G. 3.189 millones. Los precios inflados de los muebles que forman parte del equipamiento de estas comisarías móviles hicieron que el costo total de las mismas se dispare. Como ejemplo, mesas que en el mercado cuestan G. 435.000 fueron compradas por el ministerio a G. 8.000.000, según contrato firmado en diciembre. Ya es hora que la ciudadanía tome cartas en el asunto y lo envíen a la cárcel y luego a Monte – video.

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