La cuestionada subcomisaria Virginia Villar con frondosos antecedentes, hizo una vez más de las suyas. Ayer, en horas de la mañana en forma prepotente acompañada de otros uniformados irrumpió un local comercial para amedrentar a un periodista de este medio que se encontraba en el lugar. Se trata de Carlos Esteban Roa, quien estaba en el sitio bebiendo agua y cargando saldo a su línea telefónica.
Allí, descendieron dos efectivos policiales y dirigiéndose al comunicador le solicitaron de sus respectivas documentaciones, totalmente fuera de lugar por la inusual forma en que intervinieron. No obstante, el afectado se percató de lo sucedido cuando observó que un tercero se encontraba al mando de la patrullera que también descendió y lanzó todo tipo de improperios.
Posteriormente, cuando el periodista sacó su cámara fotográfica para captar imágenes, momento en que en forma repentina Villar bajó el vidrio de la patrullera donde se encontraba ella, llamándole por su nombre al periodista, sinónimo de que perfectamente sabía a quién pertenecía el rodado estacionado en la calle.
Villar es conocida por su actitud prepotente hacia periodistas de diferentes medios por publicaciones hacia su persona. Uno de los casos afecta a Sergio Escobar, corresponsal de ABC Color en San Estanislao, y a sus familiares por las publicaciones sobre los temas que afectan a la mujer policía de Guayaybí.
Escobar fue amenazado de muerte en varias oportunidades por Villar. Villar recorre de un lado a otro con su perro aparentemente con el fin de asustar a la ciudadanía con su espíritu de grandeza. Presumiblemente la policía desconoce que es prohibido andar con un perro rubailer, debido a que son esquizofrénicos.
Por tal hecho la sindicada fue investigada por la entonces fiscal Lilian Ruiz, quien interinaba la unidad 4 de la Fiscalía de San Estanislao.
OTRO CASO ATRIBUIDA A SU PERSONA
Virginia Villar también es investigada por el caso de Eseer Arens Ocampos, de 29 años de edad, una de las tantas víctimas de la mujer. El mismo está postrado desde el año 2004 luego de recibir dos disparos de parte de la uniformada, uno en la cabeza y otro en el muslo, cuando la mujer era jefa de la comisaría 16ª de Guayaybí.
El hecho ocurrió el 25 de enero de 2004 en Cruce 4.000, Defensores. En el lugar hubo una pelea entre jóvenes que involucró al hermano de la uniformada. Esta, al enterarse de lo ocurrido, se presentó en el lugar, momento en que Arens y un amigo suyo se acercaban al sitio, venían de un acontecimiento y no participaron de la trifulca.
Sin mediar palabras, según los testigos, Villar acompañada de otros dos sujetos y vestida de civil, le disparó a Arens hiriéndolo en la cabeza y en el muslo, y golpearon brutalmente a su amigo. Después se dieron cuenta de que “erraron” de objetivo, cuando su hermano le manifestó a la uniformada que no fue Arens quien le golpeó. Entonces, le auxiliaron, trasladándole al hospital de Santaní y de ahí a Emergencias Médicas