CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Zunigon) Cuando una mujer descubre que va ser madre por primera vez, en ese momento los sentimientos se encuentran e inmediatamente ella se siente feliz y a la vez con miedo por la llegada del bebé. Un bebé es un nuevo inicio para la vida de la mujer, el padre que le acompaña y los seres que están a su alrededor. Su llegada es una bendición, es un regalo de Dios. En el momento que un ser crece en el vientre de mujer es un cambio radical y emocionante para los que ya experimentaron, están en proceso y los que lo harán en un futuro no muy lejano.
Una mujer embarazada, percibe cambios desde el instante en que se encuentra en estado de gestación, es ahí donde la misma en algunas ocasiones se siente con temor a no estar preparada para el bebé que viene en camino. En otros casos, algunas mujeres que resultan embarazadas sin una previa planificación familiar, automáticamente se sienten mal y rechazan al pequeño ser, que ni siquiera culpa alguna tiene pero que lastimosamente es despreciado y en las peores instancias llega a ser víctima de las malas decisiones de la madre. Sin embargo, otras agradecen por su existencia y disfrutan cada segundo de ese proceso en el cuál ese pequeño ser se va a formando durante los primeros meses del embarazo, que aunque el miedo está presente las ansias se encuentra presenta en la mujer.
Estar en etapas de embarazo, es un proceso de cambios tanto en los estados sentimentales de la misma como también en la estructura física de la mujer, como los malestares, antojos, sueños y otros. Y en otros, la piel crece y se va estirando, aparece machas y estrías en la parte superior del vientre de la mujer. Con todo lo mencionado arriba, cabe mencionar que una MADRE con todas letras, desde el instante en que sabe que hay un niño/a dentro que va a depender de ella, comienza amarlo sin medida e intenta ser la mejor madre para él/ella y lo espera con los brazos ye l corazón abierto ya desde el primer minuto y para toda la vida.