CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Zunigon) Una niña de 8 años de edad sufre de maltrato por parte del padrastro un policía desalmado, sinvergüenza, animal, que le propicio golpes en el cuerpo utilizando un cinto de tal modo que la hebilla le propicia golpes dejando moretones en la parte superior de la pierna y hasta desangrándose de tantos cintarazos que le propició el mismo. La menor sufre constantemente de maltratos por parte de su padrastro que presumiblemente es un agente policial.
Algunas de las personas que pudieron presenciar el hecho, manifiestan que la niña es golpeada de forma brutal por parte de su padrastro, y los que están al tanto del caso dudan y temen hacer la denuncia correspondiente por los maltratos que recibe la menor, por la razón de que el padrastro es un oficial de policía en ejercicio. Se presupone que sus colegas oficiales no llevarían adelante una denuncia de ésta índole por ser el autor un colega de ellos. Qué se puede esperar de quienes supuestamente nos deben proteger, pero en su casa y a puertas cerradas son los mismos delincuentes de hechos tan atroces de este troglodita.
Los maltratos que recibe la niña lo justifica el agresor por el simple hecho de molestar a sus hermanitos menores que son hijos del mismo, recordemos que ningún tipo de abuso, ningún tipo de maltrato es justificable de ninguna manera, y mucho menos cuando se trata de niños que están en formación. Además, eso no es todo, según los que presenciaron el hecho estiman que la madre de la niña golpeada, no hace nada, por la malísima acción de su pareja sentimental. Ella también debe ser imputada por el DEBER DE CUIDADO, se supone que son los padres los que deben de proteger a los niños y si ellos son los primeros en fallar en eso, qué se puede esperar de los ajenos, terceros a los que no les corresponde ni interesa el bienestar de los menores.
Según el Artículo 5°.- DE LA OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR.
Toda persona que tenga conocimiento de una violación a los derechos y garantías del niño o adolescente, debe comunicarla inmediatamente a la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI) o, en su defecto, al Ministerio Público o al Defensor Público. No olvidemos que este artículo que avala a los niños y adolescentes, y sin temor denunciemos los casos de maltrato infantil, no más maltratos a niños inocentes, no más.