CIUDAD DEL ESTE (corrupción aduanera, por Carlos Roa) Agentes de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera COIA ya volvieron nuevamente a las andanzas. Dicen que los controles de carácter “extorsivo” son realizados en Km. 22 y Km. 25, entre otros puntos estratégicos en donde éstos frenan a los supuestos contrabandistas y sólo dan paso libre a los que pagan la coima exigida. Haciendo un cambio rotativo semanal, para que no se les conozca y que cada uno pueda llevar un poco de pirá piré a sus hogares y para la corona, agregaron algunos secretarios.
Según los últimos datos, ahora los funcionarios del órgano aduanero solo pueden estar en un lugar por 30 minutos. Con esto la actuación de los mismos es predecible y queda el camino libre para el contrabando en la zona Este del país. La COIA colocó sistema de rastreo y GPS en las camionetas que usan sus agentes. Los funcionarios igualmente tienen una cámara adherida al cuerpo, lo cual es pura bolaterapia, ya que el que lo dice es Jullito Fernández, el director nacional ñembo honesto que es hartamente conocido por sus fechorías y no engaña a nadie.
Actualmente y con el sistema que usa el COIA a cargo de German Zonetti, los contrabandistas tienen el camino libre para transitar con los productos que meten de contrabando desde el Brasil. También está Emilio Fuster, titular de la Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión del Contrabando. Estos dos, de ninguna manera, podrían desempeñarse en estos cargos, porque no son funcionarios de carrera y su nombramiento viola al código aduanero y la ley de la Función Pública. Sin embargo, mbaretépe, con la ayuda del presi Mborito y el vice Huguito Velázquez, estos hace un buen tiempo ya vienen haciendo de las suyas, en complicidad con el tercer cómplice de este triunvirato, el fiscal general adjunto Humberto Trossetti, que también es parte de la corrupción. Según estadísticas, el mayor contrabando de todos los tiempos comenzó en marzo y está por terminar con un tracto camión de Asunción, lleno de bebidas.
