CHORÉ (Enviado Especial) La producción de azafrán se está convirtiendo en uno de los productos alternativos más rentables para los pequeños agricultores del municipio de Choré, departamento de San Pedro. Una hectárea del producto puede alcanzar un rendimiento aproximado de 130 kg, de acuerdo a la calidad del suelo donde se cultiva. El precio promedio actual del rubro oscila entre los G. 100.000 por kilo en el mercado local.
Con respecto a la cantidad de parcelas cultivadas durante este periodo de siembra, los agricultores indicaron que en esta zafra se llegó a sembrar un poco más de 400 hectáreas que fueron distribuidas en diez comunidades agrícolas y en diferentes fincas pertenecientes a los pequeños agricultores que se dedican a esta actividad. Por otra parte, señalaron que de esta cantidad de parcelas se logró cosechar unos 30.000 kg del producto. También mencionaron que el principal acopiador del producto es la empresa Arcoíris.
Estos agricultores dan fuentes de trabajo a muchos pobladores de la zona desde el inicio de siembra hasta el final de la cosecha. Como complemento de este importante rubro, existen muchas personas que se dedican a la siembra de eneldo y kuratû, que igualmente se comercializan en el mercado local, explicó. En el caso de estos productos los precios no son tan altos como el azafrán, pero que sirven mucho para ayudar la economía familiar.
Por otro lado, el eneldo tiene un promedio de producción de 500 kg por hectárea cultivada y un precio base de G. 8.000, en tanto que el kuratû tuvo una producción de 600 kg por hectárea cultivada y un precio de G. 10.000. Los productores trabajan en forma individual y no reciben ninguna asistencia de parte de las instituciones del Gobierno nacional, ya sea del Ministerio de Agricultura ni de ninguna otra institución. Esperemos que en esta ocasión los choreños, de Cruce Liberación y circunvalaciones de ciudades aledañas puedan objetar este nuevo emprendimiento y tomarlo en serio porque según se sabe es un producto muy bueno, inclusive en la ganancia y no se dejen atravesar por los atravesadores (vulgo intermediarios).