CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, Redacción) El triste desenlace de un hombre quien en vida no tuvo la suerte, la oportunidad, la audacia o el interés de acumular el mínimo de capital ni para aunque sea al momento de su muerte tener un lugar de descanso digno, no sabemos cuál es la historia de este señor, ni como terminó en esta situación, sin contar con nada ni con nadie que lo ayude ni siquiera a la hora de su muerte, según las declaraciones de los vecinos hacía poco el hermano lo recibió en su casa, pero el hermano ya se sustentaba con lo mínimo, el difunto sufría de alcoholismo lo que finalmente lo llevó a la muerte, pero qué pecado es ser pobre en Paraguay, qué suplicio y qué condena más grande deben pagar los que por la razón que fuere no poseen las mínimas condiciones para aunque sea después de la muerte estar en paz, ¿cuál es la condena de los menos favorecidos? Una vida de amargura, dolor, injusticia y soledad, y una muerte en abandono, estuvo casi dos días muerto sobre una mesa, tanto en vida como después de la muerte su destino siguió dependiendo de la solidaridad de los demás.
Vecinos accedieron a hablar con la prensa y dijeron que el hombre habría fallecido el jueves a consecuencia de su adicción al alcohol y que vivía con su hermano en una precaria casa y por falta de pirapire no pudieron hacer nada. Avei el difunto no podía ser enterrado por falta de acta de defunción, ya que no contaba con cédula de identidad.
“Él (el difunto) era una persona alcohólica, no tenía familia, estos últimos días su hermano le trajo a vivir con él y un día no aguantó más su estado y murió, el hermano trabaja mucho y el difunto se quedaba solo en su casa y un día su hermano llegó a la casa y le encontró muerto”, contó ña Ana, una de las vecinas dijo que el difunto ya estaba todo duro en la cama y con presencia de la Policía movieron el cuerpo para ponerlo sobre la mesa, ahí quedó dos días.
El cuerpo ya tenía fuertes olores, pero lastimosamente sus familiares nada podían hacer por falta de recursos económicos. Varios de los pobladores se organizaron y se pusieron en campaña para conseguir un lugar en donde enterrarlo. El encargado del cementerio Don Bosco de Ciudad del Este cedió un lugar en el columbario municipal y pidió que presenten el acta de la declaración policial para depositar el cuerpo y darle una cristiana sepultura. También le consiguieron un cajón y una funeraria prestó un coche fúnebre para trasladar al difunto.
Además los vecinos denunciaron que algunas autoridades dieron la espalda ante la situación, para poder gestionar un acta de defunción. La llegada de la pandemia trajo consigo mucho protocolo a la hora de gestionar las documentaciones con respecto a las actas de defunciones.
La solidaridad se hizo sentir para darle sepultura al finado, vecinos de la zona ayudaron a conseguir un cajón y lugar en el cementerio. Medios locales de Ciudad del Este comunicaron la situación de la familia y pidieron ayuda a la ciudadanía. Más tarde la funeraria “San José” contactó con los vecinos y se pusieron a disposición para poder transportar al difunto hasta el cementerio.
“Corazón solidario nomás ya, yo quiero ayudar nomás a la gente que necesita, yo vi las publicaciones sobre la noticia y ahí contacté con la gente. Le dije a mi hermano para ayudar y nos acercamos y quisimos hacer algo bueno”, dijo uno de los funcionarios de la funeraria. Avei los empleados del cementerio Don Bosco le hicieron un lugar a karai para que sea sepultado.
A los vivos no nos queda más que agradecer tener manos para trabajar, pies para caminar, cabeza para soñar y buscar la forma de salir adelante y saber que siempre hay forma de ayudar a los demás.