YGUAZÚ (por Carlos Roa) Un grave caso de contaminación ambiental cometido por una familia domiciliada en el asentamiento Santo Domingo de Yguazú, Km. 58, está causando enorme daño a los vecinos de dicho lugar, según la vecindad. La prepotente dueña de la chacra es una tal Liliana Florentín, su hermano Priciliano Florentín y su madre, la no menos prepotente Antonia Estigarribia, una familia que maneja a los policías como su tembiguái de la comisaría del Km. 60, a cargo del oficial inspector Pedro López alias Lopez´í, quienes acudieron raudamente minutos después de que el director periodista de este medio haya sacado fotos del lugar en donde se comete la fumigación que está intoxicando a los vecinos de esta propiedad.
Hemos recibido la denuncia pertinente de los vecinos de esta propiedad ubicada en el asentamiento Santo Domingo, motivo por el cual el director periodista se trasladó el día domingo 14 de junio en horario de la tarde hasta el lugar de los hechos. Además esta familia Florentín parece que son geófagos (come tierras), ya que el camino vecinal en esa zona no tiene los ocho metros reglamentarios, por lo cual suponemos que estos se tragaron algunos metros de tierras, según indicaron los informantes.
Cabe agregar que ya existe una denuncia por contaminación ambiental en el Ministerio Público, a cargo de la agente Nilda Torales. Cuando llega al lugar el director – periodista, comienza a sacar fotos, lo cual es divisado por los Florentín, quienes de inmediato dieron alerta a la policía, llegando minutos después una patrullera policial con dos uniformados a bordo quienes interpelaron al director periodista diciendo que existe una denuncia en contra del mismo por sacar fotos de una casa. Sin embargo, por lo visto éstos policías no conocen la constitución nacional y sus artículos sobre la libertad de expresión y el derecho del libre ejercicio del periodismo, pues de lo contrario sabrían que la prensa está facultada a sacar fotografías en lugares donde existen denuncias. Lo más llamativo es la rapidez que tuvieron estos policías de llegar del Km. 60 hasta el lugar porque la señora llamó nomás, ahí nos damos cuenta que estos son tembiguái de esta familia de contaminadores del medio ambiente.
Y lo más grave de todo que el hermano de esta señora se atrevió a exhibir un arma de fuego en dirección al director periodista, en clara actitud amenazante, como diciendo que “la próxima, voy a abrir fuego”. Conversamos inclusive con el oficial inspector Pedro López para conocer su versión y éste nos reveló que esta señora es muy problemática en dicho asentamiento, que inclusive cierra caminos vecinales, en fin, crea problemas por todos lados. Y también se dio cuenta que sus subordinados se equivocaron, pidiendo inclusive las disculpas pertinentes por el exabrupto cometido por estos agentes policiales, quienes no tenían ningún motivo para avasallar ni vilipendiar al director periodista de este medio, quien apenas estaba realizando sus labores periodísticas en dicho lugar. Y de última nos dijeron que anda medio turulata esta señora porque se habría separado de su marido, un brasileño, motivo por el cual esta está encabritada y p…da cara, como dicen los brasileños. Lo cierto que esta señora debe hacer es tratar bien a la gente, ponerle en consideración
Sería importante que esta señora y sus hermanos sepan que con la prepotencia no se llega a ningún lado, amenazas con armas no conducen a nada, si ellos querían, nos hubieran llamado en ese momento y habríamos escuchado su versión sin ningún problema, como corresponde, pero no con prepotencia y altanería, y no por tener a la policía a su antojo quieran interpelar y amedrentar de esa manera, porque deben saber que el ejercicio del periodismo está garantizado por la constitución y si hay una denuncia, estamos autorizados a sacar fotos, a filmar y hablar con los involucrados y no van a ser ellos los que nos van a prohibirlo.
