CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Redacción) El ibuprofeno y el diclofenaco son esos remedios tradicionales que la gente toma para combatir el dolor y la inflamación. Es muy posible que ya hayas tomado al menos uno de ellos. Bueno, ellos son el tema principal de este artículo. Y lamentablemente no tenemos buenas noticias: según una investigación publicada en el European Heart Journal, este par aumenta el riesgo de sufrir un infarto al menos en un 30%.
El diclofenaco es aún más peligroso, ya que las posibilidades de sufrir un infarto al tomar esta píldora son del 51 %. El riesgo con ibuprofeno es menor, pero sigue siendo considerable: 31%.
Este hallazgo también reforzó otros estudios antiguos que ya relacionaban las enfermedades cardíacas con el consumo de estos antiinflamatorios.
La situación se vuelve muy grave cuando la persona ya tiene un problema cardiovascular, como la hipertensión. En Brasil, estos medicamentos ya vienen con una alerta de peligro en el prospecto.
Es necesario que haya un seguimiento médico si no puede evitar el consumo de estos medicamentos.
Según el European Heart Journal, no son solo estos dos medicamentos los que pueden dañar nuestra salud, sino todos los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos conocidos como AINE.
El British Medical Journal también confirma esta información. El problema es que estos medicamentos se venden sin que la gente sea consciente del daño que puede causar. Y lo que es peor: la mayoría de las personas adquieren estos antiinflamatorios sin receta médica.
Para que te hagas una idea, en algunos países se venden incluso en supermercados y gasolineras. Cuando existe esta banalización de la droga, el público termina convencido de que la droga no tiene efectos secundarios graves.
Y no somos nosotros los que decimos eso, sino el Dr. Gunnar Gislason, profesor de la Universidad de Copenhague y participante del estudio, que publicó una nota en la Sociedad Europea de Cardiología.
¡Esto es muy serio!
El ibuprofeno y medicamentos similares pueden aumentar la formación de coágulos, además de estrechar las arterias y aumentar la retención de líquidos y la presión arterial. Un estudio en Dinamarca analizó entre 2001 y 2010 unos 29 mil casos de infarto. De estas, 3.300 víctimas consumieron algún tipo de antiinflamatorio no esteroideo al menos un mes antes del inicio del problema.
¿Y adivina qué?
La mayoría había consumido ibuprofeno o diclofenaco. El prospecto del ibuprofeno indica que el medicamento puede estar asociado con un riesgo de trombosis o accidente cerebrovascular. El prospecto del diclofenaco también advierte a quienes tienen problemas cardiovasculares, como presión arterial alta, insuficiencia cardíaca congestiva, cardiopatía isquémica o enfermedad arterial periférica.
Pero ahora, con este estudio publicado en el European Heart Journal, se demuestra que los riesgos son mayores que los descritos en los prospectos.