Esta quizá sea una pregunta un tanto controversial, ya que por mucho tiempo se ha cuestionado si es correcto o no quitar el vello púbico. Lo cierto es que para toda pregunta tenemos una respuesta, y es por eso que hoy te diremos por qué no deberíamos quitarlo.
Los cirujanos actualmente aseguran que quitar el vello público no es tan beneficioso como se creía, pero ¿por qué? Te lo contamos a continuación.
¿Cuáles son las consecuencias de quitar el vello púbico?
Por mucho tiempo se creyó que para realizar las cirugías, lo mejor era depilar la zona íntima para evitar complicaciones quirúrgicas. La realidad es que hoy en día los cirujanos entienden que limpiar la zona de vello público aumenta las infecciones al momento de operar.
Es indiferente el elemento que se utilice para remover el vello púbico, sea maquinillas de afeitar o cera, el pelo siempre volverá a crecer, mientras tanto la piel padece los efectos del cambio.
La eliminación del vello púbico puede irritar e inflamar los folículos pilosos, dejando heridas microscópicas abiertas. A su vez, la depilación constante causa irritaciones irregulares, y cuando esta se combina con el ambiente cálido y húmedo se convierte en un cultivo lleno de bacterias y estreptococos del grupo A.
Otra consecuencia es la encarnación de pelos luego de haberlos removido previamente, y la celulitis vaginal.
Se ha descubierto que las áreas genitales que han sido depiladas son muy vulnerables a las infecciones de herpes. Esto sucede porque las heridas ocasionadas durante la depilación están expuestas a un virus transportado por la boca o los genitales, y tienen una vulnerabilidad mayor a la propagación de algunas enfermedades de transmisión sexual.
¿Por qué es bueno tener vello púbico?
El vello púbico tiene un propósito: amortigua la fricción entre la piel y las lesiones, logrando una protección contra todo tipo de bacterias y patógenos que definitivamente no son deseados.