UNA VERDADERA COSA DE LOCOS

CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Magenta López) Existe una enorme contradicción entre lo que el Ministerio de Salud pregona y lo que realmente sucede en la práctica, hace apenas unos días medios de alcance nacional publicaban la situación del exitoso actor paraguayo Javier Krotsty Enciso quien en su momento de auge fue reconocido a nivel mundial por su participación en películas paraguayas como Luna de Cigarras, con la que se le nominó a varios premios, e incluso trabajó para Netflix en la serie “O mecanismo”. Sin embargo en su reciente mención en los medios nacionales no se habla de su talentosa carrera actoral, sino de una triste situación que se vive en Paraguay y aqueja a cientos de personas, y es la falta de asistencia en temas relacionados a Salud Mental. Si la salud en Paraguay ya es una porquería, ¿qué no sería cuando las enfermedades son invisibles?, cuando no te duele un órgano específico sino que te duele vivir, te duele el alma, la tristeza te ata a una cama y no te permite levantarte, los latidos del corazón duelen por la rapidez y la fuerza con la que laten, la boca se te seca y esos pensamientos no paran de gritarte dentro de tu cabeza una y otra vez cosas que no podes decir con tu boca…

Javier Enciso, actor paraguayo

El Ministerio de Salud tiene una hermosa campaña referente a Salud Mental donde instan a la ciudadanía a acudir a los centros médicos de carácter público y utilizar este servicio que se encuentra disponible para todos… Sin embargo queremos hacer eco de una denuncia muy grave que nos llegó vía Twitter, donde una joven de la ciudad de Asunción reclamó la falta de atención en el Hospital de Clínicas, y es que la misma estuvo por mucho tiempo intentando agendar una cita con el Psiquiatra, ya que se encuentra en tratamiento activo, y simplemente jamás nadie atendió el teléfono, al acudir entonces hasta el hospital y pedir en la guardia de urgencias consultar con un psiquiatra simplemente le negaron, diciéndole que su caso “no era una urgencia”, eso claro fue después de que le dijeran que agende por teléfono, cosa que ya intentó pero nadie atendía, le dijeron que vaya al área de salud mental y en esta recepción simplemente le confirmaron que no atienden sin cita previa, y le enviaron de nuevo a urgencia, prácticamente la respuesta fue: si es tan urgente…andate a urgencias, y luego de este recorrido le dicen que simplemente “no es una urgencia”… o sea, como no estaba con los pulsos cortados, ni con la soga atada al cuello, y además no presentó fiebre ni tos en las últimas 24hs simplemente no se trata de una urgencia.

Estamos hablando de salud MENTAL señoras y señores!! y no vamos a ver jamás lo que pasa en la mente de otra persona, los signos externos de alarma y urgencia se presentan ya cuando la situación es extrema, absolutamente todos los seres humanos tratamos hasta el último instante de no perder la compostura, de no entrar gritando, con revolver en mano a pedir que alguien nos auxilie, los desmayos, convulsiones, gritos descontrolados, taquicardia, balbuceos, delirios, son estados extremos.

Lamentamos la falta de capacitación de quienes se encuentran en las recepciones de los hospitales señalando con el dedo vos importas porque estás con el hueso afuera después de caerte de la moto, vos no importas, porque aunque digas que en tu mente algo se está descontrolando eso no se ve. Lamentamos que los mismos médicos deban ser los que atienden las llamadas para marcar consulta, ¿cómo van a interrumpir la atención de un paciente para agendar con otro? eso no tiene sentido, la sesión en consultorio es demasiado delicada, es un momento privado que no debe ser interrumpido. Lamentamos que la ley de salud mental promulgada en el 2022 no tenga efecto en la práctica, que el Ministerio de Salud diga lo importante que es cuidar de la salud Mental pero no provea los recursos suficientes, lamentamos que personas como Javier Enciso hoy estén en situación de calle por no poder contar con la ayuda necesaria, el acompañamiento, el soporte y la empatía que requiere esta sociedad para tender la mano a quienes no sangran por fuera y están cada día más muertos que vivos.

Una gran responsabilidad le espera al nuevo presidente y su equipo y esperamos que la Salud Mental no sea dejada nuevamente en el último lugar en el orden de importancia, la salud es decadente en general en Paraguay, pero esta epidemia de enfermos mentales, entre niños y jóvenes autistas y con otros síndromes que requieren atención, estimulación entre otras cosas, adultos y jóvenes sumergidos en adicciones, la violencia desmedida entre nosotros y contra los más indefensos, entre suicidios y feminicidios, entre abandono y retención de personas contra su voluntad, todo esto y más es el reflejo de una sociedad enferma, y de salud mental seguimos hablando.