Detienen a dos cafichos
de la Doña Flor del Este
Una “trampa amorosa” con fines extorsivos fue descubierto días pasados, cuando un funcionario del aeropuerto Guaraní denunció que, después de haber sido seducido por una dama encantadora, la misma resultó ser tremenda extorsionadora, que le exigió la suma de 10 mil dólares a cambio de no denunciarle en la Fiscalía, por supuesta violación ndaje. Claro, la relación ya fue consumada, y tal vez esta chica asesorada por un leguleyo y otro cómplice, decidieron radicar una supuesta denuncia de abuso sexual. Lo insólito es que esta mujer, según fuentes, era la doña Flor del Paraguay, con dos maridos, un leguleyo y un ty´elo gordito rellenadito de sin – verguenzía. Hasta donde llega el dolor.
Los sospechosos detenidos son Néstor Ricardo Brítez, el abogado Gustavo Miguel Pérez Mereles, y la “carnada” Aracely Zaragoza González (21), quien reside en el barrio Ciudad Nueva. Resultó víctima Aldo Agustín Acuña Quiñónez, quien se desempeña como operador de control del aeropuerto Guarani. De acuerdo con los datos, el afectado conoció a Aracely a través de las redes sociales y comenzaron a intercambiar mensajes amorosos en el Facebook y el Whatsapp. El 8 de enero pasado se conocieron personalmente. Acuña Quiñónez llevó a la dama a la casa de un amigo, donde compartieron una ronda de tragos hasta altas horas de la noche. Como el hombre estaba bajo los efectos del alcohol, decidió irse a su casa y le pidió a la dama que le acompañe hasta el día siguiente, pues ya no quería conducir con su estado de embriaguez, pedido al que accedió Aracely. Ya en la casa de la víctima, tuvieron relaciones sexuales, con el consentimiento de la joven.
Sin embargo, al día siguiente, 9 de enero, Pérez Mereles le llamó por teléfono a Acuña Quiñónez manifestándole que era abogado y que iba a denunciarle en la Fiscalía por abuso sexual. Pero ofreció como “solución” el pago de 10 mil dólares. La víctima de extorsión llegó a abonar la suma de 2 millones de guaraníes, en un encuentro en que acudió el profesional del derecho acompañado de Brítez. Sin embargo, las llamadas extorsivas continuaron, por lo que Acuña Quiñónez decidió denunciar lo sucedido, que acabó con la detención de los sujetos. Llamativamente el abogado ya fue liberado al día siguiente. Asimismo, existen versiones de que ya varios hombres cayeron en la “trampa amorosa” de la Doña Flor paraguaya y sus dos cafichos.