NACIONALES (tomado de la red) Compartimos con ustedes esta denuncia publica sobre lo sucedido en un hospital público, hechos como este se repiten a diario en todos los rincones del país.
Para ponerles un poco en contexto, saben que tengo dos papás y dos mamas.
Héctor Silva es hermano de mi papá biológico, pero fue él quien nos crió junto a su esposa y es por eso que también lo llamamos así.
Él nos dejó hace más de un mes, vivió sus peores días en el Hospital Nacional de Itauguá donde lastimosamente fue tratado por monstruos vestidos con bata blanca en el área de urgencias.
Los últimos días de noviembre, él se sentía muy mal y yo en mi desesperación le consulté a él si quería llegar al hospital más cercano y nos dirigimos rumbo a la carnicería humana.
Mi papá Héctor llegó a ese lugar con síntomas de pancreatitis aguada grave, sin embargo jamás nos dijeron eso. Le operaron a los dos días de haber ingresado en las peores condiciones. En esa cirugía le perforaron la vía biliar principal y sabiendo lo que hicieron nos dieron de alta el 8 de diciembre del año pasado.
Mi papá Héctor Silva, el 9 de diciembre comenzó a sentirse aún peor ya en la casa, tuvimos que salir como pudimos del interior del país y llegamos lamentablemente otra vez al Hospital Nacional porque en ese momento todavía no sabíamos todo lo que le hicieron.
Él moría de dolor, casi murió al llegar y le aplicaban morfina, otro dolor otra morfina. Sufrimos maltratos de todo tipo por parte de los residentes cuando pedíamos a cada segundo que por favor nos digan la causa de su dolor.
Pasaron unos días y no nos decían nada, le estaban dejando morir en una cama sabiendo que le habían perforado la vía biliar.
Como no vimos mejoría y estábamos viendo que ya no aguantaba el dolor, decidimos sacarle de ahí y llevarlo al hospital de Clínicas, no sin antes pelear con la jefa de cirugía del área de urgencias, un ser totalmente despiadado a quien no le importa la vida de sus pacientes como así también a sus residentes que están hartos de ir a ese hospital (no sé por qué eligieron la carrera).
Ella se negó rotundamente primero y nos decía que era un “hospital de referencia”, yo le respondí que el área de urgencias de ese hospital era “referencia de muerte” y que cuando queríamos saber algo de mi papá teníamos que acudir al Director.
Le dije que cuando preguntabas algo a algún residente te respondían de mala manera, no revisaban a los pacientes, a quienes los maltratan como así también a sus familiares y que fui testigo de todo ese terror. Incluso que muchos familiares se acercaban a mí para decirme que estaban pasando muy mal por el trato que recibían de parte de los residentes y los supuestos jefes.
En fin dicho eso, le dije que mi papá es un paciente grave mirándole fijamente a los ojos y fue ahí que ella me dijo “Sí, es un paciente grave y necesita otro tipo de atención”.
Su respuesta me rompió el corazón en pedazos, porque se imaginan todos los días que mi papá estuvo ahí con dolores insoportables y ellos jamas buscaron la causa y sabiendo que además era enfermo renal crónico no le medicaban correctamente.
Rápidamente buscamos la forma de salir de ahí, tuvimos que pagar una ambulancia privada y llegamos al hospital de Clínicas con mi papá casi muerto.
Apenas llegamos, los doctores empezaron a hacerle todos los estudios, la atención era otra cosa y todos hasta los residentes estaban preocupados por él. Apenas le hicieron su análisis se dieron cuenta de que sus glóbulos blancos estaban en casi 30 mil, indicando una infección muy grave cosa que en el Hospital Nacional jamás detectaron, le tenían ahí tirado en una cama.
Le hicieron la endoscopia como pudieron encontrando lo que más temíamos que durante la Cirugía en el Hospital Nacional le perforaron su vía biliar principal, lo que hizo que por ahí salga ese líquido infectándole completamente.
En ese momento los doctores de Clínicas le colocaron una prótesis para tapar la fuga, un drenaje para sacarle todo el líquido que tenía dentro y teníamos muchísima esperanza de tenerle más tiempo con nosotras.
Pese a todo el esfuerzo realizado por los doctores y residentes de Clínicas, donde la atención es excelente y donde hacen todo lo posible por sus pacientes, nada se pudo hacer ya que la infección afectó varios órganos.
Tenemos el corazón roto con mi familia, esperé varios días para publicar esto porque no podía hablar del tema. De hecho ni siquiera sé si lo estoy haciendo cronológicamente pero eso traté.
Hablé con la Ministra y ella me dijo que iban a investigar y que iban a intervenir, pero hasta ahora nada supimos del caso.
A vos Ministra te digo que en el Hospital Nacional en el área de urgencias, todos los días están dejando morir a sus pacientes por negligencia, que los jefes de ese lugar y los residentes son unos monstruos intratables, hartos de servir al prójimo que acude para ser auxiliado y sin embargo se encuentra con el peor infierno.
La ciudadanía merece a médicos que amen su profesión y que tengan vocación, como los médicos que están en el hospital de Clínicas quienes se desviven hasta el último minuto para salvar una vida.
Vamos a estar eternamente agradecidos con los doctores y residentes de Clínicas, vimos que hicieron hasta lo imposible para tratar de solucionar una negligencia de sus colegas del Hospital Nacional.
A la Ministra y a las autoridades, pido en nombre de todas los familiares de pacientes del Nacional de Itauguá que de corazón intervengan ese lugar, se van a encontrar con un verdadero terror.
Pido que saquen a los jefes, a los médicos que no quieren seguir trabajando y que todos los días están dejando morir a sus pacientes sin hacer nada teniendo las herramientas.
Hay muchos buenos doctores con vocación que merecen estar ahí.
COPIADO Y PEGADO.