Semanas atrás, el presidente Horacio Cartes vociferó por todos los medios, supuestamente molesto y harto de las consultas periodísticas, de que, bajo ninguna hipótesis, irá por la reelección presidencial. Sin embargo, como refutando las palabras del presidente, casi inmediatamente se pusieron en campaña diputados, senadores, y hasta seccionaleros, quienes iniciaron sendas reuniones, encuentros y campañas, pidiendo la modificación de la Constitución, que permita la reelección de HC como presidente de la República.
Es este entonces un doble discurso del mandatario, quien para ponerse bien dice gua´u que no quiere volver a candidatarse, pero por debajo de la mesa, sus operadores están haciendo de todo para modificar las leyes y permitir así que siga en el cargo. Y lo más simpático es que dentro de poco, es que éste salga a decir “ya que me obligaron, acepto”. O cómo va lavar todo lo que se cargó en sus alforjas desde la asunción a la presidencia hasta el final de su mandato? Hay muchos soberanos que se esfumaron y fueron a parar en algún banco europeo, islas Caimán, o se fueron en Amambay, en un vuelo Charter pilotando por J.O.
