NACIONALES (Reflexión, por Esteban Ross) ¿Alguna vez, durante una discusión, la otra persona ha gritado para probar que tiene razón? No hay nada más insoportable, ¿verdad? Sócrates, el gran filósofo griego, tenía una manera ingeniosa de lidiar con este tipo de personas. Un día, fue atacado verbalmente por un hombre grosero e incivilizado que incluso le abofeteó con un mal argumento. Sorprendentemente, Sócrates no reaccionó ni con violencia ni con gritos. Cuando uno de sus discípulos le preguntó sobre su comportamiento, Sócrates respondió: “Si un burro me hubiera pateado, ¿lo habría llevado a la corte?”
¿Qué nos enseña Sócrates? Que una persona inteligente nunca debe rebajarse al nivel de un idiota. A veces, el silencio es la respuesta más elegante y poderosa. La palabra “elegancia” proviene del latín “electro,” que significa luz. Esto nos indica que una persona elegante no es aquella que usa ropa de marca, sino aquella que sabe cuándo hablar y cuándo guardar silencio. Mantener la calma y no dejarse arrastrar por la incivilidad de los demás es una verdadera muestra de sabiduría y dignidad.
¡Sé como Sócrates!