TIPS PARA SER UNA BUENA PACIENTE
Por Carlos Esteban.
Una cita con el ginecólogo es diferente a cualquier otra consulta médica. Se pasan las féminas los días previos pensando en qué preguntas les hará, qué respuestas le darán, si hará algo que duela… Pero lo que muchas veces olvidan es que mientras ellas se preocupan tanto por esa cita, los ginecólogos reciben pacientes constantemente y no se detienen en cada una de ellas para observar detalles. Simplemente hacen su trabajo al igual que cualquier otro profesional. De todas maneras, hay determinados aspectos que pueden molestarles un poco; ¡será mejor que los conozcas antes de la próxima consulta pero que es de mucha importancia que una mujer exhiba su vulvita para ver si está en plena actividad y con muchas ganas!
”No estar depilada”
Como se sabe los ginecólogos se especializan en velar por la salud de los órganos genitales, no en si se encuentra depilada adecuadamente. Se enfocan solo en lo que les corresponde y no se detienen a pensar si una paciente tiene muchos vellos. Por lo tanto, es preferible evitar advertirles que no están depiladas.
”Estoy con el período, tendré que cancelar”
Los ginecólogos están cansados de repetir que no hay ninguna razón para cancelar la cita por el período. Gracias a la ayuda de nuevas técnicas para realizar exámenes, la regla no implica ninguna dificultad. Por otra parte, no podemos perder de vista que estos médicos presencian y llevan a cabo partos; ¡puedes estar tranquila que ya lo han visto absolutamente todo!
El autodiagnóstico
Algo que ningún médico puede soportar, y mucho menos los ginecólogos, es que se tome la decisión por cuenta propia de que sufren determinada enfermedad sin ni siquiera conocer sus verdaderos síntomas y comiencen a tomar medicamentos sin previa consulta (en otras palabras: Google es genial, pero no tiene un título de médico).
”Solo tomo anticonceptivos”
Si bien la medicación que no atañe a tu salud sexual nunca te la recetará un ginecólogo, es necesario que sepan si la consumes. Esto se debe a que la combinación de ciertos remedios puede ser peligrosa y terminar afectando la salud. Por lo tanto, deben ponerlos al tanto todo lo que toman para evitar riesgos. Una vez más: no están allí para juzgarte, sino para cuidar tu bienestar.
Poca comunicación
Algo que los ginecólogos desearían es que sus pacientes pudieran expresarse mejor. Es comprensible que todas las mujeres se intimidan un poco al comienzo, pero deben saber que ellos están allí para escuchar y ayudar, y que representan las personas ideales para sacar todo tipo de dudas. Nada de lo que digan les sorprenderá demasiado, y si lo hace, no lo notarás.
Recuerda que todo lo que escuchan y afirman es en términos profesionales y no les interesa hacer juicios de valor de ningún tipo. Por el contrario, cuanto menos digan, más les costará realizar su trabajo.
Es indiscutible que la responsabilidad de cada uno de los pacientes por su propia salud es clave para facilitar el trabajo de los doctores. Si bien estos realizan chequeos para asegurarse de que está todo como debería, no pueden responsabilizarse por tu cuerpo. Tú eres la única que puede hacerlo. Cuando, una y otra vez, un paciente no se realiza los exámenes que se le asignan, un ginecólogo puede molestarse muuucho… y la realidad es que tiene toda la razón.
Los ginecólogos han confirmado que estos son los comportamientos que más les molestan. Y suena lógico: sin la colaboración de sus pacientes, no pueden realizar su trabajo como les gustaría. Por lo tanto, será conveniente que comiencen a ayudarlos y sean buenas pacientes. Ultima recomendación: por favor las féminas no utilicen jabón de olor para lavarse la vulvita y sí un jabón de coco que es para que la sinverguenzíta esté pronta y preparada para entrar en acción.