Los efectos Caracalla
Por Médico Ñana´i.
Las aguas termales pueden ser muy favorables para tratar determinadas dolencias, pero debemos tomar ciertas precauciones para que nuestro cuerpo no experimente reacciones adversas, como mareos o bajadas de tensión Son conocidas en todo el mundo por sus propiedades sanadoras para variadas enfermedades y dolencias. Se trata de las aguas minerales que brotan del suelo con unos 5°C más de temperatura que en la superficie, en la mayoría de los casos.
Las aguas termales provienen de las capas subterráneas de la tierra, a mayor temperatura que la superficie y son ricas en varios componentes minerales. Se utilizan en tratamientos terapéuticos, sobre todo en forma de baños, pero también irrigaciones, inhalaciones y calefacción. Se ubican por lo general en una falla terrestre y suben en forma de vapor o de agua caliente. Desde épocas remotas, las civilizaciones antiguas utilizaban los baños con aguas termales para curar enfermedades y también como un sitio de socialización. Los hallazgos más antiguos de esta práctica datan de 2000 años a.C en la India, también en Italia y Grecia.
¿Cuáles son los efectos de las aguas termales en el organismo?
El agua mineralizada o termal, caliente tiene diversos efectos en el cuerpo de los hombres y las mujeres. Se pueden dividir en tres tipos: químicos, físicos y biológicos, pero todos actúan al mismo momento. El baño aumenta la temperatura corporal, mata gérmenes y virus, incrementa la presión hidrostática, la circulación sanguínea y la oxigenación, ayudando a disolver y eliminar las toxinas.
Como aumenta la oxigenación, mejora la alimentación de los tejidos en general, ayudando en los procesos metabólicos y estimulando las secreciones del estómago y el hígado, facilitando la digestión.
Si se repiten los baños termales por períodos de tres o cuatro semanas se pueden normalizar las funciones endócrinas y el funcionamiento general del sistema nervioso. También se ha comprobado que mejora y estimula el sistema inmune, que relaja la mente, aumenta la producción de endorfinas y regula las funciones glandulares. Estos efectos en el cuerpo se deben a los minerales que contienen las aguas, como ser magnesio, calcio, azufre y carbono.
Existen a su vez enfermedades de la piel que se pueden mejorar notablemente con la visita periódica a los centros termales, en especial los que contienen azufre. Los trastornos que más se ven beneficiados son la psoriasis, los hongos y la dermatitis. También sirven para curar heridas y diferentes lesiones en la dermis.
LA HISTORIA DE CARACALLA
Las termas de Caracalla, o termas Antoninas, fueron unos baños públicos de la Roma imperial. Se construyeron entre 212 y 217 d. C., bajo el gobierno del emperador Caracalla. Se inauguraron con el nombre de Termas Antoninas. Actualmente, las extensas ruinas de estas termas son una atracción turística importante. Aunque fueron despojadas de sus esculturas y demás riquezas desde fecha temprana, se conservan aún grandes fragmentos de mosaicos, algunos de ellos correspondientes a la planta superior del edificio, que se desplomó.
Varias de las gigantescas bañeras de mármol, esculpidas en un solo bloque, se trasladaron al centro de Roma para usarlas como fuentes. Su escultura más famosa, el grupo llamado Toro Farnesio, se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles. Actualmente, los restos del complejo se encuentran entre el Viale Aventino (avenida Aventino), y el Viale delle Terme di Caracalla (avenida de las Termas de Caracalla). El edificio fue destruido por un terremoto en 847, aunque ya desde 537 no se usaba porque los canales de agua resultaron destruidos en una guerra.
A principios del siglo XX, el diseño de estas termas se utilizó como inspiración para el diseño de la Estación de trenes Pennsylvania en Nueva York, diseñada por el arquitecto Charles Follen McKim. El edificio de la Asamblea Nacional de Bangladés en Daca también se inspira en las termas de Caracalla. Las ruinas sirven de fondo para la temporada de Ópera del Teatro dell’Opera di Roma cada verano. En años recientes se han realizado diferentes tipos de eventos culturales, como competencias de gimnasia en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y el concierto de Los Tres Tenores durante la clausura de la Copa Mundial de Fútbol de 1990.