PRODUCTORES LOCALES CARECEN DEL MECANISMO PARA NUTRIR AL PAÍS
CIUDAD DEL ESTE (Economía, por Carlos Roa) No es nada sorprendente de los problemas básicos que el Paraguay sostiene hasta hoy día, cuando productores se afincan en las aduanas cabecera que lindan con países limítrofes, como Brasil, Argentina y Bolivia, para hacer manifestaciones sobre el ingreso masivo de productos que ellos no pueden producir para todo el año y abastecer a toda la ciudadanía, durante 365 días. Es ahí donde se ve la ineficiencia de los agricultores y productores de tomates, bananas, locotes, zanahorias, lechugas, repollo, y otros ítems para el consumo del ciudadano de este país, que tiene por derecho propio la buena alimentación, porque es la sobrevivencia del ser humano.
Ahora bien, vemos cómo Brasil hace 50 años comenzaron con el proyecto producir para exportar y principalmente abastecer el mercado interno, lo que significa que ellos saben que primero Brasil y después los vecinos. Pero estos hicieron ya con un mecanismo práctico y anual, con las reservas de también producir para exportar, como por ejemplo la soja, que es uno de los productos de varios beneficios alimenticios, exportado a los grandes países, como China, Rusia y la Unión Europea. ¿Y cómo vamos a combatir este tipo de carencia de nuestros conciudadanos agricultores y productores? Primero, porque no tienen apoyo técnico logístico, quien les enseñe como preparar un buen cultivo y cosecha y recursos para producir, porque los bancos no subsidian préstamos acorde a la medida, ya que tienen per cápita mil metros cuadrados otorgados por el gobierno para su cultivo.
¿Quién es el banco que te da cien mil dólares por 10 metros cuadrados? Lo que utilizan son producciones que no podrían cubrir la mensualidad de ese préstamo, ya que el paraguayo solo planta de vez en cuando al año. Y salen a gritar contra el contrabando. Primero miremos en casa lo que está mal y luego hablemos. Primero seamos trabajadores como los brasileños y no haraganes y tekorei como muchos que plantan “por si pega”. En definitiva, no puede existir un monopolio de los productores locales, siendo que no pueden abastecer al país de los productos frutihortícolas y con eso estarían causando el desabastecimiento y el hambre en sus propios compatriotas.