CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) Es realmente aberrante las denuncias que existen sobre abuso sexual en niños y adolescentes y que involucran al clero católico. Más de mil menores han sido identificados como víctimas de abusos sexuales durante los últimos 70 años en la diócesis de Pensilvania, EEUU. El Gran Jurado del Estado dio a conocer detalles de una investigación que incluye a 300 sacerdotes de la Iglesia Católica que violaron, manosearon e incluso ayudaron a abortar a menores de edad.
Josh Shapiro, fiscal general del Estado, dio a conocer los detalles de la investigación de dos años en la que participaron el FBI y las propias diócesis estadounidenses. Los documentos ocupan 1.356 páginas repletas de detalles que desmantelan el encubrimiento sistemático por parte de los líderes religiosos en coordinación con el Vaticano. La mayoría de casos son demasiado antiguos para ser perseguidos judicialmente, por lo que quedarán impunes.
Tal y como Detalla El Informe, existió un “manual de jugadas” con las prácticas a seguir cada vez que las diócesis de Pensilvania recibieron una denuncia por abusos sexuales contra menores de edad. El Código de Derecho Canónico requiere mantener un archivo con todas esas denuncias, y a partir de ahí el Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos, un departamento especializado del FBI, analizó los documentos y sacó siete conclusiones con las prácticas habituales que se siguieron para encarar dichos casos.