CIUDAD DEL ESTE (Reflexión) El matrimonio puede enfrentar múltiples desafíos que, si no se abordan adecuadamente, pueden poner en riesgo su estabilidad. La pereza, la sospecha, la falta de confianza y respeto mutuo, entre otros factores, son verdaderos “asesinos del matrimonio”. Conocer y evitar estos comportamientos es esencial para mantener una relación sana y duradera.
- La pereza mata el matrimonio.
- La sospecha mata el matrimonio.
- La falta de confianza mata el matrimonio.
- La falta de respeto mutuo mata el matrimonio.
- La falta de perdón, la amargura, el odio, la malicia y la ira matan el matrimonio. 6. Las discusiones innecesarias matan el matrimonio.
- Ocultar secretos a su cónyuge mata el matrimonio.
- La infidelidad (financiera, emocional, psicológica, material, etc.) mata el matrimonio.
- La mala comunicación mata el matrimonio.
- Las mentiras matan fácilmente el matrimonio; Sea sincero con su cónyuge en todos los aspectos.
- Dar prioridad a los padres/familia sobre su cónyuge mata el matrimonio.
- La falta de intimidad o una intimidad desagradable mata el matrimonio.
- Las quejas matan el matrimonio.
- Demasiada charla y charla descuidada matan el matrimonio.
- Pasar poco tiempo con su cónyuge mata el matrimonio.
- Ser demasiado independiente mata el matrimonio.
- El amor por las fiestas, el dinero, las compras impulsivas y la indisciplina financiera matan el matrimonio.
- Exponer las deficiencias de su cónyuge a sus padres o hermanos mata el matrimonio.
- Descuidar las prácticas espirituales y no orar juntos mata no sólo el matrimonio sino también la vida.
- Rechazar la corrección y la reprimenda mata el matrimonio.
- Tener siempre una cara triste y estar de mal humor mata el matrimonio.
- La defensa extrema del feminismo mata el matrimonio.
- El chovinismo masculino mata el matrimonio.
- El temperamento y la ira incontrolados matan el matrimonio.
- No comprender su papel y responsabilidad en el matrimonio instituido por Dios mata el matrimonio.
- Ignorar las necesidades espirituales, emocionales y físicas de su cónyuge mata el matrimonio.
- La amenaza a la seguridad del cónyuge tendrá efectos perjudiciales para el matrimonio.
- La falta de conocimiento y obediencia a la Palabra de Dios mata el matrimonio. El crédito va