CIUDAD DEL ESTE (policiales) Se pone fin a un capítulo de su historia con el cierre definitivo de la Penitenciaría Regional, una institución que marcó la ciudad tanto por su antigüedad como por las constantes controversias.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, confirmó que el traslado de los internos hacia la nueva cárcel de Minga Guazú se llevará a cabo durante el primer semestre de 2025. Este paso busca responder a los reclamos históricos sobre el colapso estructural y el hacinamiento que han caracterizado a la penitenciaría desde hace décadas.
EL FIN DE UNA ERA
Inaugurada en 1992, la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este fue diseñada para albergar a poco más de 500 reclusos, pero llegó a superar los 1.200 internos. Las condiciones deplorables, junto con denuncias de corrupción y violaciones de derechos humanos, la convirtieron en símbolo de un sistema penitenciario en crisis.
“El colapso de la infraestructura hacía insostenible su operación. La nueva penitenciaría de Minga Guazú fue diseñada precisamente para reemplazarla, con estándares modernos que garantizan seguridad y dignidad”, aseguró el ministro Nicora.
UNA NUEVA VISIÓN PENITENCIARIA
El penal de Minga Guazú promete cambiar la narrativa. Con capacidad ampliada y mejores condiciones de habitabilidad, esta instalación busca aliviar el hacinamiento y ofrecer un entorno más digno para los reclusos. “Es un paso hacia un sistema de justicia más humano y eficiente”, subrayó Nicora.
REACCIONES DIVIDIDAS
El cierre de la penitenciaría ha generado opiniones encontradas. Mientras algunos celebran el fin de una institución considerada un foco de problemas, otros expresan preocupación por el impacto social y económico que el traslado podría generar.
En Minga Guazú, el anuncio ha sido recibido con optimismo, destacándose como una oportunidad para avanzar hacia un modelo penitenciario más eficiente.
UN FUTURO DIFERENTE
El traslado de los internos será gradual, con énfasis en la seguridad y el respeto a los derechos humanos. El cierre definitivo de la penitenciaría regional marca no solo el fin de una era, sino el inicio de un esfuerzo por modernizar el sistema penitenciario del país.
Ciudad del Este dice adiós a una institución emblemática y controversial, mientras abre las puertas a un nuevo paradigma de justicia penal.
