CIUDAD DEL ESTE (policiales) Un caso conmovedor de violencia infantil salió a la luz en Ciudad del Este, donde cinco niños, de entre 2, 4, 6, 7 y 9 años, fueron brutalmente agredidos por su padrastro, Roland David Velázquez Balbuena, en su vivienda del Km 7, barrio Ciudad Don Bosco.
Los menores, quienes presentan hematomas en todo el cuerpo, relataron haber sido castigados con un cable azul, según declaraciones realizadas ante una psicóloga del Ministerio Público.
El caso fue denunciado por familiares a través de Fono Ayuda, lo que permitió la rápida intervención de las autoridades. La agente Fiscal Julia González, junto con la Codeni de Ciudad del Este Codeni de Hernadarias, efectivos policiales de la Comisaría 24 y representantes de la organización Viden, actuaron de inmediato para resguardar a los niños. La Defensoría de la Niñez también se involucró para garantizar la protección de los menores.
Los hechos salieron a la luz cuando la madre de los niños, quien inicialmente no había denunciado las agresiones, dejó a los menores en la casa de su abuela en la Ciudad de Hernandarias para viajar junto a su pareja a Juan Emilio O’Leary. Fue allí donde una tía escuchó a los niños narrar los castigos sufridos. Uno de ellos relató que el padrastro sujetó del cuello a su hermana menor, la arrojó sobre la cama y luego contra la pared.
Alarmada, la tía informó de inmediato a las autoridades, lo que derivó en la intervención y traslado de los niños a la Fiscalía de la Niñez y Adolescencia de Ciudad del Este. En ese lugar, los menores detallaron los terribles episodios de violencia que vivieron.
Mientras los niños eran resguardados, la madre, embarazada de su sexto hijo, reaccionó molesta al enterarse de la denuncia contra su pareja. Según los familiares, la mujer amenazó con castigar a los niños por “mentir” sobre el padrastro y defendió a Roland David Velázquez Balbuena, quien es oriundo de Juan Emilio O’Leary.
La madre, que vive en condiciones de extrema pobreza, se habría mudado con su pareja a un inquilinato, dejando de lado el bienestar de sus hijos.
Ante la gravedad de la situación, el Ministerio Público y la Defensoría tomaron medidas inmediatas para proteger a los niños, quienes ahora están al cuidado de familiares cercanos en la Ciudad de Hernadarias. La madre permanece fuera de contacto directo con ellos mientras las investigaciones avanzan.
Este caso evidencia una vez más la importancia de denunciar actos de violencia para salvaguardar la vida e integridad de los menores, quienes hoy luchan por recuperarse del impacto físico y emocional que vivieron.