MINGA GUAZÚ (policiales) Las autoridades paraguayas detuvieron y expulsaron de nuestro país a un brasileño que contaba con dos condenas por abuso sexual en su país de origen. Las penas del extranjero suman más de 50 años de encierro, por la gravedad de los hechos. En territorio paraguayo llevaba una vida normal, sin levantar sospechas. Su detención se registró el lunes a la tardecita en el barrio San Antonio del Km 16 Acaray, en cercanías de una institución educativa.
Se trata del ciudadano César Augusto Machado (65), que fue condenado en el estado de Santa Catarina por dos casos de abuso sexual de personas vulnerables, que según la legislación brasileña se refiere a víctimas menores de 14 años, con alguna deficiencia o sin condiciones de ofrecer resistencia. En la ciudad de Florianópolis fue condenado a 28 años de cárcel en septiembre de 2020 y en el municipio de Criciúma a 23 años en enero pasado, sumando 51 años de encierro que deberá cumplir.
Agentes del Comando Tripartito recibieron informaciones de sus pares brasileños sobre el posible paradero de Machado, quien llevaba una vida normal y tranquila en territorio paraguayo. Los agentes de la Policía Nacional montaron vigilancia próximo al lugar donde estaba residiendo y lo detuvieron en la vía pública. Tras confirmarse que era requerido en el Brasil fue derivado a la Dirección Nacional de Migraciones, donde se procedió a su expulsión y entrega a Policía Federal a través del Puente de la Amistad.
Las autoridades no informaron hace cuánto tiempo el violador brasileño se estaba escondiendo en nuestro país y a qué se dedicaba. Tras ser entregado a las autoridades brasileñas fue derivado al estado de Santa Catarina para cumplir con sus dos condenas.