CONTINUAN LAS DENUNCIAS CONTRA DIRECTORA DE LA X REGIÓN SANITARIA

INOPERANCIA Y PLANILLERISMO CON EL RESPALDO DEL GOBERNADOR

CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica) Desde distintos gremios médicos se cuestiona con dureza la gestión de la doctora Noelia Torres, actual directora de la Décima Región Sanitaria, a quien acusan de total inoperancia. Bajo su administración ya se registraron varios hechos preocupantes, pero llamativamente sigue al frente de la institución. Según denuncias, Torres habría accedido al cargo exclusivamente por influencias políticas. Ahora, incluso sus propios colegas la señalan por utilizar su posición para beneficiar a su círculo familiar, logrando la contratación de su esposo, hermana y otros parientes dentro del sistema de salud. Pese a los graves hechos ocurridos y al estado crítico de la salud pública en el departamento, un grupo de intendentes del Alto Paraná emitió un comunicado respaldando su “buena gestión”.

Según las denuncias, la doctora Noelia Torres —a quien se la ve más presente en eventos políticos y encuentros con autoridades que ejerciendo su rol de administradora de la salud pública en el departamento— habría accedido al cargo de directora de la Décima Región Sanitaria por influencia de Arnold Ramírez, presidente de la Seccional 214 de Presidente Franco y actual secretario privado del gobernador César “Landy” Torres.

Apenas asumió, el primer beneficiado fue su esposo, el doctor Carlos José Arias Fleitas, quien figura como funcionario del Hospital Distrital de Presidente Franco, pero que, según varios colegas, prácticamente no acude a su lugar de trabajo. Justamente en ese centro asistencial se registró recientemente un hecho trágico: el fallecimiento de un menor debido a la ausencia de un anestesista, quien criminalmente no se presentó a cumplir con sus funciones.

Karen Torres Morel, hermana de Noelia Torres, también fue ubicada dentro del sistema de salud, específicamente en el Centro Regulador de Ambulancias, dependiente de la misma Décima Región Sanitaria. Otra beneficiada fue Larissa Merlo, esposa de Richard Ramírez —primo de Arnold Ramírez y convencional de la Seccional 390 de Franco—, quien presuntamente presta servicios en el área de Recursos Humanos de la misma institución.

La lista no termina allí. Rafael Ramírez, también primo de Arnold Ramírez y miembro activo de la Seccional 214, consiguió un cargo como enfermero en la Fundación Tesãi. Sobre él pesa incluso una denuncia por acoso sexual, presuntamente ocurrido dentro del mismo centro asistencial, pero el caso se maneja con absoluta discreción para evitar un escándalo mayor.

Entre los funcionarios del sector salud, la situación es de conocimiento general, pero por temor a represalias o pérdida de sus puestos, muchos optan por guardar silencio. La realidad de la salud pública en el Alto Paraná es crítica, y el manejo clientelista de sus instituciones agrava aún más la situación. Días atrás, la ministra de Salud, Teresa Barán, fue objeto de duras críticas por las denuncias surgidas en la Gobernación del departamento, sin que hasta ahora se haya pronunciado al respecto.

El problema del planillerismo entre médicos no es nuevo: ha ocurrido antes y seguirá ocurriendo mientras se sigan designando autoridades por motivos políticos, y no por su capacidad o compromiso con la función pública. Urge una revisión seria y profunda del sistema, si se quiere garantizar el derecho básico a una atención médica digna para la población.

FUENTE: LA JORNADA

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