CRIMEN DE FERNANDO BÁEZ SOSA Y UNA REFLEXIÓN SOBRE LA JUSTICIA

CIUDAD DEL ESTE (Reflexión, por Magenta López) Ayer se conoció finalmente la sentencia para los imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven hijo de paraguayos residentes en Argentina que fue brutalmente golpeado hasta la muerte afuera de una discoteca en Villa Gesel, un lugar de veraneo cercano a Pinamar, la sentencia fue bastante satisfactoria para la sociedad Argentina y Paraguaya, sobre todo para los inmigrantes paraguayos que residen ahí, esperaban que sea perpetua para los 8 implicados ya que según demostró la fiscalía y la querella todos tuvieron participación y aunque algunos pegaron y otros impidieron que ayuden al joven, el acto de todos los llevó al trágico final. Luego de tres terribles semanas de juicio, donde la defensa de los rugbiers fue realmente indignante para los espectadores y sobre todo el actuar de los jóvenes acusados que aparentemente no caían en lo que habían hecho y las consecuencias que podían tener, ayer fueron declarados culpables los 8, 5 de ellos condenados a cadena perpetua y tres a 15 años de prisión.

 Qué hubiese pasado si esta situación ocurría en Paraguay? No solo el hecho de matar a golpes a un inmigrante, Si hubiese sido un brasileño el asesinado en tierras paraguayas, y en vez de “negro de mierda” la expresión hubiese sido “rapái de mierda” , quizás el hecho de ser un brasileño hubiese movido a las autoridades paraguayas a tomar alguna postura, pero de todas formas la pena máxima en Paraguay es solo de 25  años, en crímenes muy horrendos se suele dar más 5 o 10 años por seguridad, una miseria realmente porque estamos hablando de la vida de una persona, una vida que no se va a devolver ni con todos los años de cárcel del mundo ni con toda la plata, un hecho irreversible! Pero además tengamos en cuenta que los inmigrantes, sobre todo brasileños que están en Paraguay no vienen a “trabajar” por que necesiten y sea de un estatus social inferior como inmigrantes, al contrario, acá son ellos los de la plata y los que “la mueven” como se dice porque vienen a invertir en estas tierras, capaces de hacer funcionar realmente nuestro sistema judicial cuyo principal combustible es el dinero de los interesados.

Víctimas fatales del colectivo Chatarra, Juan Ramón Escobar y Cecilia Rocío León

Y si esto hubiese sucedido en Paraguay con algún paraguayo de 18 años, como Fernando, cuyos padres trabajan y viven modestamente, que no tendrían las posibilidades de pagar para que el sistema judicial funcione ??

El caso de este joven Fernando nos da la oportunidad de reflexionar sobre el sistema judicial en Paraguay y realmente qué significa la justicia. Recientemente falleció luego de diez meses de lucha la segunda víctima del colectivo chatarra de la empresa Mburucuya en Ciudad Del Este. No fue una situación de agresión violenta, fue negligencia de una empresa y murieron dos personas Juan Ramón Escobar y Cecilia Rocío León dejando a tres niños huérfanos sin que nadie se manifieste al respecto a favor de las víctimas, es más, la mayor evidencia del caso fue eliminada, incendiando el colectivo que se encontraba “resguardado” en una comisaría. Hace un par de años una mujer, Natalia Noemí Godoy, murió arrollada en Asunción mientras esperaba colectivo para ir a trabajar, la atropelló una mujer en su vehículo particular, en estado etílico, la víctima dejó en ese momento un bebé de 8 meses y la victimaria nunca fue presa! En Ciudad Del Este en un caso de negligencia médica una mujer, Raquel Miranda Alcaraz, que se preparó y organizó su vida para embarazarse y tener un bebé sano y poder brindarle la mejor calidad de vida a su hijo quedó en estado prácticamente vegetativo luego de una cesárea mal ejecutada donde las Dras. Imputadas hoy siguen libres y ejerciendo.

Madre de Natalia Noemí Godoy sosteniendo una foto de su hija, Florencia Romero quien conducía el vehículo que la arrolló y dio positivo al alcohotest, actualmente no está en la cárcel.

Raquel Miranda Alcaraz, con el hijo que tanto anheló, luego de una negligencia médica durante una cesárea quedó postrada y las Dras. acusadas siguen ejerciendo.

Estos son sólo algunos ejemplos de hechos indignantes que simplemente quedan en la nada en nuestro país, el impecable trabajo de la policía bonaerense permitió señalar sin lugar a dudas a los autores del crimen de Fernando Báez Sosa, en Paraguay no existe la criminalística, y para sostener esta última frase me remoto al caso de Meliza Fleitas, cuyo cuerpo emergió de la tierra más de un año después de su asesinato, en cuyo caso el señalado todo el tiempo era el novio Jaime Vera que huyó campantemente a otro país. El grupo de criminalística recorrió dos veces la casa de la joven cuando su desaparición fue reciente, y un año después cuando apareció el cuerpo volvieron a recorrer la casa y ahí si, encontraron fluidos que por un año permanecieron a la espera de que alguien las tome y sirvan de indicios para la justicia. Lamentable. 

Jaime Vera, novio fugitivo y asesino de Meliza Fleitas,
víctima de la inacción policial y el pésimo trabajo de criminalística en Paraguay.

En Paraguay estamos todavía en la edad de piedra en lo que a justicia se refiere. Tanto el sistema judicial, que a pesar de que las leyes no están del todo atrasadas al no ser cumplidas da igual que no existan, como en los mecanismos de prevención de violencia, feminicidios, delitos menores, robos, secuestros, tráfico, no existe un plan real de prevención, tampoco de contención y mucho menos de rehabilitación. Y si a todo esto le sumas que como parte interesada no tenés los medios suficientes, plata en efectivo, para que tu caso se mueva, es más fácil confiar en la justicia divina que en la justicia Paraguaya.

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