ACUSADO DE EXTORSIONADOR, RECAUDADOR E INCLUSO ASALTOS
Comisario Gamarra, ex jefe de la FTC, el resultado de su trabajo en el combate al EPP fue nulo, y nadie se ha animado a investigar denuncias en su contra. Porqué será? O sabe tantas cosas y de muchos nombres que estarían involucrados en esta seguidilla de hechos que lo hace intencionalmente, para utilizarlo como pantalla de las realidades que ocurren en nuestro país y que tienen que tener un álibi como para engatusar a la ciudadanía paraguaya con eventos de último momento.
Ni la Justicia Militar ni el Ministerio Público investiga la denuncia hecha pública por el general (SR) Herminio Piñánez, el año pasado, cuando hizo mención a la “impresionante cantidad de plata que recauda” la Fuerza de Tarea Conjunta en el norte en concepto de extorsión, protección y patrullaje, comentado por su hijo, el capitán de Ingeniería Enrique Piñánez, antes de resultar muerto en una explosión tildada de atentado, en noviembre del 2014.
El caso generó una ola de descontento ciudadano, pero no reportó mayor acuse de recibo en la instancia militar, que desde el primer momento del caso demostró frialdad y, en ciertas ocasiones, desinterés en la investigación, según confirmaron familiares de Piñánez y del suboficial José González.
La Justicia Militar derivó la investigación a la exclusiva competencia del Ministerio Público, desentendiéndose de su responsabilidad de coadyuvar en la causa para esclarecer los hechos, que contrastan con la versión fiscal acerca de un supuesto accidente producido por una bomba que explosionó en circunstancias que se investigan.
El padre del capitán Piñánez dio a entender a medios periodísticos que su hijo fue víctima de un atentado, y responsabilizó a los entonces jefes encargados de la misión de la FTC en el norte, el coronel Restituto González y el comisario Antonio Gamarra, relevados posteriormente de sus respectivos cargos sin acusaciones ni reproche de la superioridad, pero sí de los familiares de los fallecidos y de la ciudadanía indignada.
El general Piñánez movió más el avispero cuando dio a conocer expresiones de su hijo acerca de irregularidades en filas de la FTC.
“Me contó que corría el rumor de que se estaban negociando las operaciones a costa del peligro permanente a que se exponía al personal. También que hubo casos en que tenían acorralados a los supuestos delincuentes, cuando llegaba la orden de suspender la operación. Esto inquietaba mucho al personal, por arriesgar inútilmente sus vidas”, agregó.
Dijo también que el capitán Piñánez le había comentado que “es impresionante la cantidad de plata que recaudan –los jefes de la FTC- en concepto de extorsión, protección y patrullaje. La recaudación en concepto de tráfico de drogas se maneja en otro ámbito por quienes están acostumbrados a ese trabajo. Ninguna ‘mercadería’ podía llegar a destino sin el visto bueno correspondiente”, recalcó.
El general Piñánez colocó en el ojo de la tormenta al general González y al comisario Gamarra: “La gente comenta en voz alta que son ellos quienes manejan la mafia en el norte”, puntualizó el alto jefe militar retirado, tras sostener que su hijo fue eliminado para no contar sobre las barbaridades registradas dentro de la FTC.
Este comisario Gamarra, antes de ser jefe de la FTC, ya operaba en el Alto Paraná como jefe de Investigaciones, en donde se le endilga de haber participado, según las fuentes, de una serie de secuestros, extorsiones a delincuentes e incluso asaltos a bancos, casas de cambios y transportadores de caudales, todos casos que acabaron en el opa´reí, porque tenía bajo su mando a un grupo de asaltantes y por eso eran intocables. Hasta periodistas se enriquecieron gracias a este esquema, en el Alto Paraná, encargados de disfrazar las informaciones, mientras éste era el jefe de Investigaciones. Y éste repartía los tuques a aquellos que eran del grupo y de connotados medios capitalinos y locales. Nos preguntamos hasta cuándo este comisario seguirá como activo en la institución policial y no sea investigado por todas las fechorías que cometió?