CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Esteban Roa) Comparto con Uds. una reflexión sobre cuidar a la fémina del verdadero enemigo. Cuídala… Pero no la cuides del amigo que la stalkea (perseguir, acosar)… ese no es el enemigo. No la cuides del compañero que la invita a salir… ese no es el enemigo. No la cuides del vecino que le echa piropos… ese tampoco es el enemigo Y menos aún la cuides de un desconocido que le envía detalles… ellos no son los enemigos. Las mujeres que se enamoran son leales! Son leales a la persona que con esfuerzo y dedicación se ganó su corazón. Son leales a la persona que día a día le quito los miedos y le brindo paz. Cuídala! Cuídala bien pero del verdadero enemigo… y ese enemigo así te duela, eres tú! Si, tú. Eres el único que puede hacer que día a día ella pierda esa admiración por ti, que día a día sienta que le está siendo leal a una persona que no merece su lealtad. El único enemigo que tienes eres tú mismo. Si temes que alguien le hable bonito… háblale más bonito tú. Si temes que alguien le regale flores… llévale tú unas más lindas.
No te escudes en qué hay otros con más dinero, con mejor estatus social o son más detallistas. Porque ella se enamoró de ti con lo que tienes así que si realmente quieres cuidarla, cuídala de ti mismo, cuídala de que no llore por algo que tenga que ver contigo, cuídala de que no se sienta sola NUNCA! Y sobre todo… cuídala de las mentiras, la confianza nunca se recupera del todo. Cuídala ahora que la tienes, que cuando la pierdas vas a querer haberla cuidado mejor y créeme que será bastante tarde. Y allí tu enemigo tal vez sea el colectivero, que la lleve sin cobrar el pasaje.