Dado que nuestra alimentación puede ser la clave para mantenernos sanos es importante que sigamos una dieta equilibrada. Además, debemos controlar nuestros niveles de estrés Según la medicina natural, prevenir la gripe es posible. No sólo depende del virus en sí, sino de cómo están nuestras defensas. Los virus están a nuestro alrededor continuamente: sin embargo, hay personas que enferman más a menudo y, otras que no. Es por esto que recomendamos prevenir la gripe de manera natural. Cuidando la alimentación y procurando tener un organismo en el que los virus no quieran estar. Según estudios, la gripe es la causa de consultas más frecuente. Con lleva a otras enfermedades respiratorias más graves como la neumonía.
Una de las posibles causas que influye en la gripe es tener un desequilibrio térmico. ¿Solemos tener los pies fríos? En ese caso, una buena manera de prevenirla será:
Aplicándonos aceite de jengibre en los pies. O bien, como hacían antes, poniendo semillas de mostaza molida en los calcecines. Además de abrigar bien los pies. También podemos comprar una crema de efecto calor.
Además, cuando estemos en casa podemos hacer baños de pies con agua muy caliente durante 20 o 30 minutos. Este es un remedio que también nos ayudará a descansar mejor.
Otra causa suele ser el estreñimiento. Es uno de los principales causantes de diversas enfermedades. Muchos terapeutas señalan a los intestinos como parte fundamental de nuestra salud, por lo que deberemos tenerlo muy en cuenta en cualquier tratamiento. Las recomendaciones son beber mucho agua y consumir:
Frutas.
Verduras.
Legumbres.
Semillas.
Frutos secos y frutas secas.
Cereales integrales, etc.
También podemos tomar semillas de lino cada mañana en ayunas. Las pondremos por la noche con un vaso de agua y tomaremos toda la mezcla por la mañana.
Finalmente, el estrés, un gran oxidativo. Es también uno de los factores que nos bajan las defensas. Nos pone a merced de cualquier elemento patógeno, ya que es también la manera que tiene nuestro organismo de pedir un descanso.
En cuanto a la alimentación, es fundamental la vitamina C (ajo, patata al vapor, pimiento, limón…) y la vitamina A (alimentos anaranjados: tomate, zanahoria, calabaza…). Un buen suplementos natural antivírico es el extracto de semilla de pomelo. Que en los últimos años se está poniendo de moda gracias a sus múltiples propiedades.
Un remedio antiguo que nos podemos preparar fácilmente si empezáramos a notar algún síntoma sería: Una infusión de canela, clavo, cebolla, flores de saúco y borraja. Esta mezcla la iríamos tomando durante todo el día, combinándola con una alimentación vegetariana.