CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Carlos Roa) Realmente, lastimosamente el querer comer bien en restaurantes y churrasquerías de Ciudad Del Este, he hecho un recorrido en algunos de lugares donde tienen unos letreros gigantescos donde dice “Restaurantes” algunos dicen “churrasquerías” otros dicen picaña grill y así por delante y he llegado a ingresar para comprobar y en ninguno de estos lugares que ingresé a sentarme y pedir una comida deliciosa para darle a mi gusto ese toque de gourmet deliciosísimo se quedó todo con una amarga sensación donde el sábado por la noche estuve en un lugar llamado algo de picaña, y se sabe muy bien que la picaña viene en medallones y debe tener cierto grosor y leyendo más abajo encontré donde decía bife de chorizo y que ndaje es de picaña también entonces dije juntemos uno con otro a ver que sabor tienen. Un bife de chorizo y una porción de picaña. Vinieron dos filetitos de carne de bife de chorizo con picaña que parecían una ostia, acompañados de un arroz a lo Alaska, frío, chico y sin sabor, después otra guarnición que vendían era papa frita y creo que vino cinco tiritas de papa frita una lechuga de morondanga dos rodajas de pepino y una rodaja de cebolla de color granate, más conocido como cebolla morada, valor 65mil.
Bueno para ser un día sábado de descanso y de darle placer al cuerpo, al estómago y a la boca no hay por qué quejarse pero al saborearlo el certificado de calidad estaba lejos, un lugar donde el sonido ultrapasaba la estratósfera de las cuerdas de audición, si este señor hace diez u ocho años ya está en el ramo como nos e da cuenta de que no se puede comer en un lugar donde hay mucho barullo? La sensibilidad del gusto se pierde cuando hay un rompimiento del sabor por el exceso de barullo. No hay ética y estética, no hay un padrón de estándares en los funcionarios que atienden al comensal que ingresa en esos lugares, no tienen la importancia de que ese cliente puede atraer a otras personas para ser futuramente el que pague sus impuestos, el colegio de sus chicos, la cuota del vehículo y quien sabe hasta los langeries de sus amantes, porque este ingreso que tendrían al tener bastante clientes engloba los gastos pertinentes de cada propietario o propietaria, también hay churrasquerías que uno ve y dice estoy en el holding de la carne más preciada de américa del sur que sería Paraguay donde uno se sienta a comer un asado bien condimentado, asado a tiempo y con tiempo y se deleita al tragar y sale satisfecho con el estómago lleno y murmurando estas palabras, que rico estaba el asado, esa costillita, el vacío ni que decir, el supuesto lomito que se convierte a veces después de cinco días de golpearlo y un tapa cuadril que aparece muuuuy de vez en cuando, si tenes suerte, un pedacito, unos atravesadores, como llaman a los mozos que distribuyen al carne, no es tan bien perfilados con los atuendos que usan y se van a cualquier parte, no tienen un circuito de poder hacerle llegar cada tipo de carne a los clientes, para que puedan disfrutar de un rico y sabroso churrasco de día de domingo, por lo que se entiende entre restaurante y churrasquería a ellos les importa un comino que el condimento este a punto, entonces te sirven goroba o chambú reado total si uno se queja estos salen a bravuconear y te dicen si no queres anda otro lado o se valen del viejo adagio donde hay hambre no hay pan duro y esto son los restaurantes y churrasquerías de CDE donde no hay control sobre estos locales donde puedan ponerle un punto final y darle el privilegio al privilegiado que es el cliente de servir atender con normas y eficiencia y no simplemente que tengamos que comer porque el estómago lo pide. Y el control de calidad debe ser prioridad para aquellos que tienen ese menester de cuidar como andan y cómo andamos en los restaurantes y churrasquerías de CDE y tratar de esta manera que no haya fuga al vecino país donde si te dan atención, respeto, condimentos a punto y un lugar limpio y no solo que te sirvan comidas recalentadas.
