CIUDAD DEL ESTE (Judiciales, por Charly Freenz) Insólito caso de extorsiones, aprietes, torturas sicológicas, ahogamientos, golpes, en fin, una sarta de situaciones en donde se ven implicados nada menos y nada más hoy un diputado liberal y exjuez Manuel Trinidad y la fiscal Natalia Montanía, su esposa. Pesan denuncias contra ambos de un español, a quien se lo detuvo en el aeropuerto Guarani de Minga Guazú, en el año 2010, donde este al ser requisado dicen que encontraron más de 300 mil euros en efectivo. Y por tal motivo lo trasladaron a la fiscalía de Ciudad del Este, en la unidad a cargo de Montanía. Fue allí donde se creó un bumeran de situaciones. Luego este español fue liberado, pero según se relata en algunos medios e informantes, este firmó el documento donde se le entregó su efectivo, pero en realidad había un faltante de 105 mil euros. La asistente Teresa Báez fue la encargada de redactar la supuesta entrega total del dinero y el faltante fue lo que creó hasta hoy día, donde hay amenazas, te voy a matar, te quiero matar, te voy a enviar un plomero (plomero es en la jerga delincuencial sicario, porque manda plomo caliente), al indicado por el patrón.
Y figuran varios audios encontrados, después de la denuncia que hizo en la comisión de DDHH del Congreso, el actual parlamentario acusado de ser cómplice con su segunda esposa de este relato, de parte de la víctima, que según él mismo relata por donde va, fue torturado, saqueado y otras yerbas. Lo llamativo en esta historia, si reabrimos la página de este actual diputado era simplemente un mojigato abogado, que vino desde Oviedo a CDE a buscar nuevos horizontes. Y aquí en tiempos de bonanza delincuencial, este ingresó como juez, donde en su juzgado pasaron expedientes de muchos delincuentes que misteriosamente eran liberados, porque no se encontraba suficientes evidencias ndaje. O generalmente caía en la unidad fiscal de su actual esposa, Natalia Montanía, que entre ambos de un día feriado al día hábil amanecieron unos opulentos ricachones, con casas renovadas, vehículos nuevos, inmuebles de aquí para allá, uno de ellos en el barrio Santa Ana, a nombre de su padre, que fue de unos delincuentes que cayeron por drogas. La pregunta es lo siguiente; ¿porqué no fueron investigados por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados? Y si todo lo que dice el español fuere cierto, este no tiene como correr, solo si el español va a la Corte Interamericana de DDHH, porque si es aquí, con la fiscal general que tenemos, no va salir ningún resultado. La pregunta final es ¿quién es el pakhan? (Es el líder de la organización, nadie contradice su palabra, es el que manda)
