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CIUDAD DEL ESTE (tendencia, por Carlos Roa) Una historia que comenzó allá por el siglo III D.C. donde los romanos, o sea el protagonista principal, San Valentín era un sacerdote que en el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. El emperador Claudio se enteró y como san Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, lo llamó al palacio. El párroco Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo. Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el gobernador de Roma lo persuadieron para cortarle la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Luego, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el emperador Claudio ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos. Conmovente historia de una realidad fatídica amorosa, donde hoy día los fariseos mercaderes lucran de una noble historia, donde el cura Valentín fue sacrificado en nombre del amor y el cristianismo, que unía dos personas de ambos sexos para una vida matrimonial y el desarrollo de una familia. Hoy es difícil encontrar un amor puro, sublime, único, genuino, así como vemos en esta foto más arriba de donde dos ancianitos de ochenta y pico de años, con casi cincuenta años de casado, muestran a la mayoría de la gente joven lo que realmente es el símbolo del amor.
Y no simplemente con propagandas de moteles, taxis, florerías, chocolates y afines para sacar rédito de la ignorancia humana de meterle en la cabeza que el día 14 de febrero nomás uno tiene que quererse con énfasis, que ese día nomas hay que tener relaciones intimas, regalarle a la esposa o novia un ramo de flores, una caja de chocolates y mimarlo como si fuese el último día totalmente errado. En el primer momento que hay conivencia entre ambos, debe ser eterno el día de los enamorados, ya que decidieron juntar sus vidas para después ir creando sus raíces.
