EL CUERPO GRITA… LO QUE LA BOCA CALLA

CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Redacción) Cuánta amargura se necesita para que se convierta en diabetes? Cuánta soledad, rencor, insatisfacción se requiere para manifestar un cáncer? Cuanta ira se precisa para que se convierta en gastritis? Cuantas emociones no digeridas necesitas para que se conviertan en problemas estomacales? Cuantas palabras no dichas y guardadas te has callado para que se transformen en tu problema de garganta o tiroides?  Cuantas insatisfacciones son necesarias para que se originen las infecciones? Cuanta falta de amor se requiere para que se genere una dermatitis? Y cuál será la dosis de abandono para la obesidad?

Toda emoción o sentimiento mal canalizado causa una enfermedad y despierta un patrón repetitivo emocional ancestral dormido. Cuánto tiempo más quieres esperar para resolver eso que es importante resolver en tu vida y que te obligas a ignorar con tal de no afrontarlo. En donde está tu límite para decir ya basta y tomar acciones concretas para cambiar esa historia que te lleva al hartazgo de tu vida? Porque sabes que esas situaciones no cambiaran solas pero sí te estás dando cuenta que con el tiempo van empeorando. No dejes pasar más tiempo para vivir la vida que mereces

Según estudios médicos un 90% de las enfermedades parten de las emociones, he aquí la importancia de santa tu corazón y tus heridas para poder tener una vida plena y bendecida. Te invito que hoy escudriñes tu corazón y saque todo lo que te carga que te enferma

No busques la paz donde jamás encontraras, ni busques la felicidad y gozo de donde jamás vendrá, tus huesos se secan y enfermas a causa de la tristeza y amargura .. así que es tiempo de soltar, es tiempo de sanar y perdonar.

La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma.
Muchas veces…el resfrío “chorrea” cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta “tapona” cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago “arde” cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes “invade” cuando la soledad duele.
El cuerpo “engorda” cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza “deprime” cuando las dudas aumentan.
El corazón “afloja” cuando el sentido de la vida parece terminar.
El pecho “aprieta” cuando el orgullo esclaviza.
La presión “sube” cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis “paralizan” cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre “calienta” cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas “duelen” cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer “mata” cuando te cansas de vivir.
¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo?
La enfermedad no es mala, te avisa que te estás equivocando de camino

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