EL PAÍS SUFRIÓ Y SUFRE UNA DECADENCIA DE GOBERNANTES
CIUDAD DEL ESTE (politiquería venal, por Carlos Roa) Esta generación que viene remando desde 1954 hasta hoy día en su mayoría rondamos los 60 años y ya estamos en la vereda de la partida, en otras palabras, en cualquier momento cuando Dios quiera, nos va llegar la fecha de vencimiento. Y lo más penoso en este relato que es nunca tuvimos un patriota como gobernante en Paraguay, si tuvimos varios presidentes pero uno peor que el otro. Haciendo una síntesis de los que pasaron y los que están y quieren pasar, Alfredo Stroessner alias tembelo un dictador nato, violador de niñas según lo que dicen, hasta mandaba matar niños o niñas para darse un baño con la sangre, porque sufría de Leucemia crónica. Luego un general de caballería, Andrés Rodríguez, quien según las fuentes y vox populi, era ligado directamente al narcotráfico y que Pablo Escobar era su asesor consejero. Juan Carlos Wasmosy, un desvalijador de bancos y el dinero que venía de condonación, se repatría con sus secuaces. Hoy dueño de fortuna, gracias a eso.
Raúl Cubas Grau, presidente intermitente que ni siquiera duró un año, lo echaron por inútil, por no tener el respaldo y resguardo político y la sapiencia para mantenerse en el poder. Y como gobernar Paraguay era puro bulebu con soda, lo trajeron a un borrachín senador, que de un día al otro le dijeron “ndeta la presidente”, otro que se pasó libando y en estado etílico durante su gobierno. Ahí apareció Nicanor Duarte Frutos un versado periodista y ex ministro de educación pero que según dicen, que se llevó todo lo que pudo y un poquito más ludibriando al pueblo. Y con todo esto, el pueblo paraguayo ya turulato (alelado, es decir, que no se entera de lo que ocurre o de lo que se dice por distracción, falta de viveza o falta de inteligencia) de los gobernantes de este país, que ya fueron varios presidentes, pero no todavía un hombre patriota que amase su pueblo y que daría la vida por ellos. Entonces apareció por obra y gracia del espíritu santo un padreco, que venía desde monaguillo de las misas de domingo y cómo no, el Paraguayo no diría sí a este nombre, Fernando Lugo Méndez, que sería nuestro salvador. No tuvimos ni la menor intención de pensar para decir sí presidente, y lo consagramos, pensando que este iba mejorar muchas cosas y más una vez metimos la pata. Este se dedicaba a encastrar a sus feligresas y de presidente mudó de palo, ya encastraba con modelís que era guionado por la caficha numero 1 del paraguay, la tal Zuni Castiñeira, que se cree la impoluta, la digna, la intachable, pero que según las fuentes es más puta que gyguazú pyta´i.
Y ahí nos pusimos a pensar y ahora quién, ya que Chapulin ya falleció y no nos podría salvar. Y surge del medio de una humareda con una gigantografía de publicidades, comunicaciones radiales, televisivas, periodísticas, apareció un personaje sacado de los humos de una tabacalera con una marca, HC, donde todos veíamos que por fin llegaría el cambio y como éste según su perfil, decía que tenía 25 negocios, que era un gran empresario, nambré loo, el y José Ortiz iban a sacar al país del lodazal, pero sin embargo estos trajeron las palabras terrorismo, guerrilla, subversivo, razzia, células anarquistas, bala de plomo, bomba, represión, persecución, ideología, miedo, censura, conducta sospechosa y saqueo de las arcas del estado, como Itaipú, yacyreta, bonos soberanos, ministerio de hacienda, MOPC, y otros grandes negociados. Este es el peor de los presidentes que tuvo el Paraguay, que sólo se dedicó a cambiar el rumbo, pero de la plata que ingresaba al Paraguay como bonos soberanos. Cambió el rumbo, no en la economía, mucho menos en rutas, obras sociales, sino se llevó según dicen, a depositar en alguna cuenta a nombres de testaferros y José Ortiz sería el operador directo de este grupo de saqueadores.
En cualquier momento se nos van todos los extranjeros por inseguridad, vienen empresas como Coca Cola y bancos europeos a copar el acuífero Guaraní y quién diría, que estos venderían el Paraguay o se le pueda cambiar de nombre al Paraguay , ya que este es amigo de Temer en cualquier momento se puede comprar el país y le pondrían el nombre de Brasiguay, para agrandar más la riqueza de estos saqueadores que hoy día ocupan el cargo de pre – si – dente. Lo que el Paraguay necesita es un patriota que gobierne con una cúpula de patriotas que amen su país, que sean orgullosos de ser paraguayos y no como los que tenemos ahora, que se enorgullecen de la ignorancia de muchos paraguayos. ¡Amén!