CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Carlos Roa) Más un ingrediente para la pandemia del Covid-19 o SARS Cov-2 o el famoso Coronavirus, esta petulante bacteria que se hace llamar por virus tiene hasta preferencia sanguínea, epillà, o sea no le gusta disfrutar de un 0 Positivo y si de un A positivo, o sea es un virus chuchi. Hasta en eso se pusieron de acuerdo las farmacéuticas, los illuminatis y los descabellados hombres del poder del sombrío proyecto “oprimir la creación humana”. O también colonizar a la humanidad, a través de la transmutación del gen y de esa manera controlarlos vía tecnología 5G, que sirve para saber donde fuiste, con quien estás y con quien andás. No sería mejor este plan por donde estás, con quien estás y qué haces para las esposas celosas o el marido celofani y así de esta manera no agredirla cuando estaba solamente tomando té con las amigas.
Un nuevo estudio científico certificó lo que expertos ya suponían en octubre del año pasado y que anticipó TN. La proteína RBD del SARS-CoV-2 no tiene favoritismo por los tipos de sangre B ni O. Mientras la aplicación de vacunas avanza en el mundo, disminuye la propagación del coronavirus y se reducen en más de un 80% las hospitalizaciones de adultos mayores, los científicos no se relajan y siguen ahondando en las particularidades de SARS-CoV-2, el enemigo invisible que hace un año amenaza a la humanidad.
Un nuevo estudio científico, publicado en la revista Blood Advances (Avance de Sangre), certifica lo que investigadores ya suponían en octubre del año pasado: el virus del COVID-19 tiene preferencia por el antígeno del grupo sanguíneo A que se encuentra en las células respiratorias de las personas.
Los investigadores evaluaron una proteína en la superficie del virus SARS-CoV-2 llamada dominio de unión al receptor (RBD, por sus siglas en inglés). Se trata de la parte del virus que se adhiere a las células huésped, por lo que es un objetivo de investigación importante para comprender cómo se produce la infección y cómo se comporta el virus en cada organismo.
De acuerdo a lo informado en la publicación, el equipo evaluó antígenos sintéticos de grupos sanguíneos en glóbulos rojos y respiratorios que se encuentran en individuos con los grupos sanguíneos A, B y O, y analizó cómo interactuaba el RBD del SARS-CoV-2 con cada tipo de sangre único. Lo que descubrieron es que éste tiene una marcada preferencia por los glóbulos rojos del grupo sanguíneo A, que se encuentra en las células respiratorias, cosa que no sucedió con los tipos de sangre B y O. Interesante esta bacteria de apellido Virus, que le gusta la sangre A, ¿será porque es más dulce?