Hicimos un recorrido periodístico desde Ciudad del Este hasta Concepción y pasamos por varios hospitales, Caaguazú, Coronel Oviedo, Santaní, Cruce Liberación, Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, Horqueta, Concepción.
En todos estos hospitales encontramos una Sección que decía EMERGENCIA. Entramos a revisar porque sabemos que esa palabra significa el lugar donde recurren las personas convalecientes, donde como mínimo debe haber cinco médicos de cabeceras de salvatajes, enfermeros, cardiólogos, anestesiólogo, traumatólogo, amplia gama de conocimientos. Sin embargo en nuestro país uno llega a un nosocomio como es el caso del Hospital Regional de Ciudad del este y encontramos un medicucho con voz medio rara y unos cinco a seis jóvenes que son estudiantes de medicinas que están haciendo aprendizaje, prácticamente sin saber cómo ingresa un paciente en Emergencia. Nos preguntamos qué puede saber un burro de chocolates si nunca fue a la confitería.
Entendemos que estos son prematuros, tal vez si se tratara de cómo sacar una uña encarnadas hasta puede darse la razón a los directivos que consienten este hecho.
Fuimos a hablar con el director Arístides Cañete y solicitamos sacar foto de lo que realmente es Emergencias Médicas. Nos balbuceó que está prohibido sacar fotos. Cuando le preguntamos por qué y respondió que todos podrían enterarse de las irregularidades.
Como somos sagaces en esta profesión las fotos ya habíamos tomados horas antes. Hablamos con médicos con carreras excepcionales y nos dio una respuesta triste y melancólica es, o sea, no es todavía. Si continuamos así no le podemos llamar emergencia y le cambiaríamos la denominación a la ULTIMA MORADA. Que así no sea Dios por favor!