FOZ DE IGUAZÚ (POLICIALES) Como en innúmeras otras veces, las autoridades brasileñas se encargaron nuevamente de mostrar que el narcotráfico en la triple frontera goza de excelente salud, principalmente del lado paraguayo, de donde son enviadas toneladas y más toneladas de drogas al país vecino. Solamente entre el pasado viernes y el martes de esta semana, las fuerzas de seguridad del Brasil requisaron más de 1000 kilos de marihuana enviados desde Paraguay. De este lado de la frontera, los dos órganos antidrogas brillan por su inutilidad y evidente complicidad con narcotraficantes.
La Policía Federal y la Policía Civil, que son las encargadas de vigilar el río Paraná en la zona fronteriza, informaron que en apenas cinco días fueron requisados 1.048 kilos de marihuana y 17,8 kilos de hachís (una variedad de cannabis) en distintos operativos. La mayor parte de la droga fue incautada en la divisa con Ciudad del Este, que posee decenas de puertos clandestinos a lo largo de los barrios San Rafael, San Miguel y Remansito.
Entre los operativos más importante se puede citar el realizado el lunes a la noche dentro de un monte que bordea el rio Paraná, en Foz de Iguazú. Los federales visualizaron una embarcación cruzando el cauce desde el lado paraguayo y verificaron la zona donde atracó. En medio de la vegetación hallaron 350 kilos de marihuana. Con base a informaciones que habría más drogas, al día siguiente se verificó un inmueble ubicado en una favela cercana, donde se encontraron más 450 kilos de la misma remesa.
NADIE VE NI SABE NADA
En el lado paraguayo, la Secretaría Nacional Antidrogas y el Dpto. Antinarcóticos generalmente solo se dedican a incautar pequeñas cantidades de drogas en allanamientos contra el microtráfico, que ocurren muy de vez en cuando.
Los traficantes a gran escala continúan actuando con tranquilidad y con complicidad de los antidrogas, quienes hacen la vista gorda a cambio de pagos semanales y/o mensuales.