Escribana hermana de diputado Vera Bejarano sería una “geófaga”

MANIPULITIS Y APROPIACIÓN ILEGAL DE UN INMUEBLE

SAN PEDRO (enviado especial) La hipotética hipocresía de la politiquería paraguaya. Nuestro país realmente está contaminado de la corrupción, la coima, la extorsión, la falsificación, chantaje, el tráfico de influencias, donde vinculan generalmente a todos los entes del estado para el manipulitis de ventas de terrenos, con mamotretos apócrifos. En este caso San Pedro del Ycuacuamandyyu, capital del segundo departamento, existe una escribanía perteneciente a la hermana del actual diputado liberal Pastor Vera Bejarano, la señora Teresita del Niño Jesús Vera Bejarano, que según la denuncia y los negociados existentes en esa ciudad dicen que está plagada de documentos apócrifos, donde algunos terrenos municipales estarían a nombre de algunos puntines de la politiquería de esa zona. Y en este caso, al tratarse de la finca 3424, en el barrio San Roque, de dos hectáreas y media fue vendido al hebreo Apolinario Duarte López, que se convirtió en un Cananeo temporalmente ya que ni él sabía de dicha fortuna, este inclusive se llevó un gran susto cuando le dijeron que es dueño de un inmueble de mucho valor, ¿epillá?

Lo que más entristece a los ciudadanos paraguayos de bien es que justamente los implicados siempre tienen que ser políticos, gobernadores, diputados, senadores, presidentes, en fin, uno que fue elegido por el pueblo para cuidarlos, como el actual diputado Pastor Vera Bejarano, dicen que hizo asociación con su hermana para el “comemos todo lo que vengui”, vendamos todo lo que encontremos, si total en el Paraguay es muy fácil, si se pilla le llamamos a Raúl Fernandez Lippmann, secretario del JEM o a su jefe, peluquín González Daher, y ya resuelve todo porque le tienen a jueces, fiscales y abogados a disposición para el apriete, el achique y gol. En una encuesta periodística de la Voz del Norte consultamos con ciudadanos de San Pedro si qué les parece la actuación y qué transparencia y honestidad tiene la escribanía de Teresita y la mayoría, el 99% respondieron que éste es un antro de corrupción y que allí sería el horno terrenal de los inmuebles de esta ciudad, donde se cocina lo que entra y si se hace una auditoría para que pueda realmente quedarse en claro, el único que podría venir a ver con seguridad sería la FBI, porque la Contraloría es puro bulebú con soda. Es más claro que agua de pozo esta situación que se da con la finca 3424, que fue vendida a un hebreo, Apolinario Duarte López, quien no siquiera sabía que era supuestamente dueño de esta valiosa propiedad, utilizada como campo de pastoreo por el que creía ser el dueño, Catalino Arevalos Rojas, pero luego se encontró con la desagradable sorpresa que el supuesto propietario es un tal Julio Gaona Acosta, quien incluso le dio 24 horas para desaparecer del lugar y nunca más traigas su llovaka ni sus yeguas, ¿epillá?, balbuceó el hebreo Apolinario. (PRIMERA PARTE).