Según el “Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2012” de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la mayoría de las víctimas en Sudamérica son objeto de tráfico dentro de la región, usualmente hacia países vecinos más ricos.
La fiscal Teresa Martínez, quien dirige la Unidad Especializada en Trata de Personas en Paraguay, afirmó que en los últimos años se han realizado investigaciones y operaciones conjuntas con Argentina y Chile.
“Hemos logrado condenas tanto en el país de origen como en los países de destino”, sostuvo Martínez. “Esto nos ha permitido desmantelar redes de traficantes, ya que atacamos tanto a los traficantes como a los explotadores”.
Según la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas de Argentina (UFASE), el número de solicitudes de cooperación internacional aumentó de nueve en 2011 a 13 en 2012. La mayor parte de estas solicitudes provino de Paraguay (75%) y Bolivia (10%).
Los países del Cono Sur también están adecuando su legislación al Protocolo de Palermo, instrumento internacional que se utiliza para combatir la trata de personas.
En el pasado, Paraguay penalizaba solamente el tráfico internacional, pero no el interno, realizado con fines de explotación sexual. En 2008, una reforma al Código Penal incorporó otras modalidades de tráfico, como la explotación laboral y la remoción de órganos.
En 2012, Paraguay aprobó una ley integral contra la trata de personas que penaliza el tráfico interno y habilita el uso de métodos proactivos de investigación, tales como agentes encubiertos y escuchas telefónicas.
“Éstos son mecanismos que ya se utilizan para otros tipos de delitos del crimen organizado, como el narcotráfico”, dijo Martínez.
En diciembre de 2012, el Congreso argentino aprobó una enmienda a la Ley 26.364 contra la trata de personas, en la que se añadió que el “consentimiento de la víctima” no exime a los perpetradores de su responsabilidad penal o civil.
En Chile, la Ley 20.507 de 2011 tipificó los delitos de tráfico ilícito de inmigrantes y trata de personas, incorporando al Código Penal modalidades que van más allá de la explotación sexual, tales como el trabajo esclavo.
Del número total de reclutadores de víctimas de trata de personas en Paraguay, un 97% eran personas que pertenecían al círculo social de la víctima y eran en su mayoría mujeres; conocidas, vecinas, amigas y familiares. (Producción: Marta Escurra para Infosurhoy.com)
Al mismo tiempo, Brasil se prepara para implementar el Segundo Plan Nacional de Enfrentamiento al Tráfico de Personas.
MÁS CONDENAS. En Argentina, el número de sentencias condenatorias por tráfico de personas pasó de 39 en 2011 a 50 en 2012, según la UFASE. De ese total, el 84% fueron por explotación sexual y el 14% por explotación laboral. No hay datos sobre el 2% restante. De las 104 personas condenadas en 2012, el 75% eran argentinos, el 15% paraguayos y el 8% bolivianos.
Entre los condenados, un 35% eran mujeres, una proporción superior al total de mujeres condenadas por delitos en general en Argentina.
“Estas circunstancias pueden indicar una especie de mutación, en el tiempo, de víctima a victimario en los casos que involucran mujeres captadas por el sistema de prostíbulos”, de acuerdo con el Informe Anual de la UFASE de 2012.
DESTINOS PRINCIPALES. Según el “Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2012” de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la mayoría de las víctimas en América del Sur son objeto de tráfico dentro de la región, usualmente hacia países vecinos más ricos.
“Víctimas procedentes de Bolivia han sido identificadas en Brasil, Chile y Perú”, precisa el informe. “En Chile, se identificaron víctimas provenientes de Brasil, Ecuador, Paraguay y Perú”. España, Suiza y Holanda son también destinos frecuentes para víctimas de Sudamérica, incluyendo mujeres brasileñas. Sin embargo, en Europa se han identificado pocos casos de trata de personas que involucren brasileños.
PARAGUAY TIENE UNA DE LAS LEYES MÁS INVEROSÍMILES
Entre todas las Leyes de las que se habla con relación a la Trata de Personas, Paraguay seguramente es uno de los países con una normativa más inverosímiles del mundo, puesto que cuando desaparece una persona se tiene que esperar 24 a 48 horas para realizar una denuncia. Y si continúa de esta manera dentro de poco habrá un nuevo tiempo a ver si no aparece dentro de un año. Solo en Paraguay… jajaja!