NACIONALES (policiales) El cuerpo sin vida de Reinaldo Ramoa Gómez (41) fue encontrado en las primeras horas del jueves en un camino terraplenado de la localidad de Tarumandy, Luque, con una herida de bala en la cabeza. El fallecido fue abandonado dentro de su propia camioneta. La Policía comenzó a investigar el crimen y pudo confirmar que su esposa, la noche anterior al asesinato, pagó 220 mil dólares para que no mataran a su pareja, pero el hecho igual fue materializado. Los investigadores señalan que el principal trasfondo es el narcotráfico y que el crimen estaría relacionado con una “mexicaneada” de 400 kilos de cocaína. Otra persona, residente en Encarnación, también había sido alzada por los dueños del cargamento. A este lo “molieron” a golpes y, luego de pagar 1.000 millones de guaraníes, fue liberado. Ahora se encuentra en estado grave, según los datos.
Las primeras investigaciones han arrojado, hasta el momento, la detención de dos personas. Esto fue posible mediante el allanamiento de una vivienda en Mariano Roque Alonso, ubicada sobre las calles Bartolomé c/ Santa María. En el lugar se logró la detención de Eber Rolando Rodríguez (47) y Alfredo Rodríguez Arrúa (39). Este último tendría vinculación directa con el crimen, mientras que el primero, se presume, es quien alquiló la vivienda donde los criminales se reunieron.
Los datos que manejan ahora los investigadores indican que el fallecido se dedicaba al tráfico de drogas desde hace años, y su principal “negocio” estaba enfocado en Argentina, donde incluso llegó a caer preso. Según informes de inteligencia, Ramoa Gómez había comprado una carga de 400 kilos de cocaína que fue producto de una mexicaneada, “trabajo” que habrían realizado agentes de antinarcóticos.
Con el tiempo, los verdaderos dueños de la mercancía comenzaron a investigar lo ocurrido. Primeramente, llegaron hasta un encarnaceno que, según los datos, fue torturado cruelmente hasta el punto de sufrir fracturas en las costillas, hasta que finalmente “cantó” el nombre de la persona que había comprado la droga. Fue entonces cuando surgió el nombre de Reinaldo Ramoa Gómez.
La primera persona tuvo que pagar la suma de 1.000 millones de guaraníes para poder salir con vida. Luego, los criminales fueron en busca de Ramoa Gómez, para lo cual montaron una estrategia que lo hiciera salir de Ciudad del Este. Lo tentaron con un negocio y lograron que viajara a la capital del país.
El miércoles, al llegar a Asunción, Ramoa Gómez fue entregado a sus verdugos, quienes, al parecer, también lo torturaron y lo obligaron a comunicarse con su esposa para pedirle que reuniera la suma de 220 mil dólares, lo cual ella hizo.
Una fuente policial confirmó que la esposa de Ramoa Gómez llevó la millonaria suma hasta Minga Guazú. Luego del puesto de peaje, la dejó en un lugar oscuro, donde fue retirada por las personas que tenían cautivo a su marido. Sin embargo, pese al pago, igual lo ejecutaron.
Ahora la Policía está tras los pasos de un ciudadano argentino que también estaría directamente involucrado en el crimen de Ramoa Gómez. Además, se supo que el fallecido tenía un compadre en el Departamento de Antinarcóticos de la Policía Nacional, con quien realizaba negocios de manera constante, según fuentes extraoficiales.